Qué profecía: “En el horizonte
tampoco hay nada que hacer”,
y lo escribía el poeta
a las puertas del cielo
que prometía el maldito evangelio
que estrenaran los padres de la patria
como Constitución,
la maldita noticia que dejara a mi abuelo
otro siglo en la cuneta
junto a los compañeros, Pedro Rojas,
y el poeta.
¡EMASCULADOS SEÁIS LOS PADRES DE LA PATRIA!
Ameba, 2019/6/5