HOY HACE 77 AÑOS ENTRABAN A LIBERAR PARÍS LOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES EN LA NOVENA COMPAÑÍA DE LA DIVISIÓN LECLERC, LA NUEVE

 

Hoy hace 77 años, entraban en París las primeras fuerzas aliadas, eran republicanos españoles que venían luchando contra el fascismo desde 1936 en España, fueron los primeros en liberar París de las garras del nazismo con los vehículos semioruga llamados Teruel, Madrid, Santander, Brunete.. Honor y Gloria para la novena compañía de la división Leclerc «La Nueve», la «compañía de los españoles»

 

nace el 31 de julio de 1915 – Simón Sánchez Montero, político español

Simón Sánchez Montero

 

Julián Ariz

a, Nicolás Redondo (de perfil hablando con Ariza), la viuda de Simón Sánchez Montero, Josefina Samper y Marcelino Camacho en el acto en el que se descubrió una placa en la cárcel de Carabanchel en recuerdo a los presos políticos que pasaron por la cárcel (22 de mayo de 2008).

Simón Sánchez Montero (Nuño GómezToledo31 de julio de 1915 – Madrid30 de marzo de 2006) fue unpolítico español, destacado dirigente del Partido Comunista de España (PCE).

De familia campesina, emigró a Madrid en 1927, donde trabajó como sastre y panadero. Durante la II Repúblicase afilió al sindicato de panaderos de la UGT, en 1933, y en 1936 al PCE. Combatió durante la Guerra Civil Española en el bando republicano, encuadrado en un batallón sindical de panaderos.

Al finalizar la contienda huyó a Sevilla, regresando a Madrid en 1944. Un año más tarde, septiembre de 1945, fue detenido, condenado a catorce años de prisión, que cumplió en los penales de Alcalá de Henares y Burgos, permaneciendo en prisión hasta 1952. En 1954 fue elegido

miembro del Comité Central del PCE, y en 1956, del Comité Ejecutivo. Uno de los máximos responsables del Partido Comunista en la clandestinidad, fue de nuevo detenido en 1959, siendo encarcelado hasta 1966. Las circunstancias que rodearon esta detención, acaecida el 17 de junio de 1959, son relatadas por Jorge Semprún en su libro Autobiografía de Federico Sánchez. De igual forma pasó algunos periodos interrumpidos en prisión entre 1973 y 1976, poco antes de la legalización del PCE. Apoyó toda la trayectoria política y programática de la dirección del Partido, desde el estalinismo aleurocomunismo.

Tras las elecciones generales de 1977, fue elegido diputado por Madrid, siendo reelegido en 1979.1​ Permaneció en la dirección del PCE hasta el XIII Congreso, en 1991, cuando abandona la dirección junto con otros miembros de los llamados renovadores.

Escribió Qué es el comunismoPartido Comunista de EspañaEl Estado y las nacionalidades¿Es posible el socialismo? y Camino de Libertad (1997), sus memorias políticas.

Manuel Vázquez Montalbán

27 de julio de1939 – Manuel Vázquez Montalbán, escritor español.

Manuel Vázquez Montalbán

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Manuel Vázquez Montalbán
Manuel Vázquez Montalbán.jpg
Información personal
Nacimiento 14 de junio de 1939
Barcelona, España Flag of Spain (1938–1945).svg
Fallecimiento 18 de octubre de 2003
(64 años)
Bangkok, Tailandia Bandera de Tailandia
Nacionalidad español
Lengua materna Español y catalán
Partido político
Educación
Alma máter
Información profesional
Ocupación Escritor
Empleador
Lengua de producción literaria Español
Géneros novela, cuento, poesía, ensayo
Obras notables La soledad del mánager (1977)
Los demonios familiares de Franco (1978)
Los mares del Sur (1979)
Asesinato en el Comité Central(1981)
Los pájaros de Bangkok(1983)
El pianista (1985)
El Balneario (1986)
Asesinato en Prado del Rey y otras historias sórdidas (1987)
El delantero centro fue asesinado al atardecer (1988)
Escritos subnormales (1989)
Galíndez (1990)
Autobiografía del general Franco (1992)
El hermano pequeño (1994)
El estrangulador (1994)
Panfleto desde el planeta de los simios (1995)
El premio (1996)
El escriba sentado (1997)
El hombre de mi vida (2000)
Memoria y deseo (2008)
Distinciones Premio Nacional de Narrativaen 1991
Premio Europeo de Literaturaen 1992
Premio Ennio Flaiano en 1992
Premio de la Crítica en 1994
Premio Nacional de las Letras Españolas en 1995

Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, España, 14 de junio de 1939Bangkok, Tailandia, 18 de octubre de2003) fue un escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

Personalidad casi inabarcable, se definió a sí mismo como “periodista, novelista, poeta, ensayista, antólogo,prologuista, humorista, crítico, gastrónomo, culé y prolífico en general”, campos todos en los que destacó.

Biografía

Se crió en la Plaza del Pedró, en el Raval, hijo único de una modista y de un militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y no conoció a su padre hasta los 5 años, cuando éste pudo salir de la cárcel. Él mismo militó más tarde en ese partido tras pasar primero por el Frente de Liberación Popular (FELIPE), ingresando en 1961; incluso llegó a ser miembro de su Comité Central; luego estuvo también en Iniciativa per Catalunya (ICV).

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde conoció a su futura esposa, la historiadora Anna Sallés, y en la Escuela de Periodismo de Barcelona. En diciembre de 1961 se casaron y en 1962 un consejo de guerra lo condena a él a tres años de prisión y a seis meses a su esposa, junto a dos estudiantes más, por asistir a una huelga en apoyo de los mineros de Asturias. Los pasó en la cárcel de Lérida, donde escribió su primer libro, el ensayo Informe sobre la información, así como dos libros de poesía y el embrión de una futura novela; pero solo cumplió dieciocho meses de pena, pues salió a la calle en octubre de 1963 gracias a un indulto provocado por la muerte del papa Juan XXIII.

Por entonces sobrevive con pequeños trabajos redactando artículos para las editoriales Larousse primero y Espasa después, hasta que gracias a su amigo Francisco Camino se inserta en 1965 en la redacción del semanario ilustrado antifranquista Siglo XX, que apenas dura ocho meses hasta que surge la Ley de prensa de 1966auspiciada por el ministro Manuel Fraga Iribarne; el periodista pasa en ese año a la redacción de la revista Hogares Modernos hasta que en 1969, gracias a César Alonso de los Ríos, arranca de veras su carrera periodística en la prestigiosa revista Triunfo bajo el seudónimo de “Sixto Cámara“, un famoso periodista socialista decimonónico español, debutando con la sonada serie de artículos “Crónica sentimental de España”. Colabora además en diversas publicaciones como Solidaridad Nacional, Tele/eXprés, Por Favor y más tarde en El País e Interviú, en los que escribió hasta su muerte.

En 1966 nació su único hijo, Daniel Vázquez Sallés, que se convertiría también en escritor y le daría dos nietos: Daniel y Marc. En 1967 publicó su primer poemario, Una educación sentimental, seguido en 1969 por Movimientos sin éxito. En este mismo año abandona la militancia activa, como ya había hecho su esposa en 1967, aunque no las ideas marxistas, y aparece su novela Recordando a Dardé junto a una serie de relatos; es su primera incursión en la narrativa. Y en 1972 publica la primera novela cuyo protagonista es el detective privado Pepe Carvalho, sin duda su personaje más popular, Yo maté a Kennedy. Es un personaje muy peculiar: gastrónomo, desencantado de toda ideología y quemador de libros; con la serie de novelas que dedica a este personaje se transforma en un referente de la novela negra española y en uno de los más destacados representantes de la misma a nivel internacional. Convertido en un solicitado escritor profesional, solía decir: “Hasta los años setenta viví para escribir, a partir de entonces escribí para vivir”. Fue según su hijo un “compañero de viaje incómodo de la gauche divine” y un anarquista de corazón, así como un hombre generoso que regalaba prólogos y buscaba editoriales a los escritores.1​ En 1995 recibió Premio Nacional de las Letras Españolas en reconocimiento a toda su obra.

Vázquez Montalbán falleció el 18 de octubre de 2003 debido a un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok, la capital de Tailandia. Tenía 64 años. El 3 de febrero de 2009 se inauguró en Barcelona la plaza Manuel Vázquez Montalbán, situada entre la calle de San Rafael y la Rambla del Raval, cerca de donde nació el escritor. A fines de 2016 su archivo y biblioteca fueron donados a la Biblioteca de Cataluña por su viuda Anna Sallés.

El poeta

Se inicia como poeta en 1963 (no en vano es uno de los nueve novísimos de Josep Maria Castellet) y su producción se caracteriza por el sentido lúdico y la ironía, siempre con una carga testimonial y crítica.

En Memoria y deseo. Poesía 1967-1983 reúne toda su obra poética anterior, desde Una educación sentimental a Praga, a la que más tarde añade Pero el viajero que huye en Memoria y deseo. Obra poética 1967-1990.

Después, sólo publica el volumen Ciudad en 1997, así como la antología de poesía erótica Ars amandi en 2001.

El novelista

Los rasgos de su poesía aparecen también en la novelística de Vázquez Montalbán. En ella, además de la serie que tiene a Carvalho como protagonista, destacanEl pianista (1985), Premio Recalmere, sobre el papel del artista en la sociedad contemporánea, Los alegres muchachos de Atzavara (1987), radiografía moral de la élite social española emergente en las postrimerías del franquismo, Galíndez (1991), Premio Nacional de Narrativa y Premio Europeo de Literatura, que narra el secuestro en 1956 en Nueva York de Jesús de Galíndez, representante del gobierno vasco en el exilio, El estrangulador (1994), Premio de la Crítica, y Erec y Enide(2002).

Serie Carvalho

Vázquez Montalbán creó una de las series de novela negra más exitosas y prolíficas de la literatura española. Esta serie, protagonizada por el detective Pepe Carvalho, fue un vehículo expresivo del autor para legar una crónica sociopolítica, histórica y cultural de los últimos 40 años.

Así, cada novela está claramente ambientada en el contexto histórico en el que fue escrita. Por ejemplo, en Asesinato en el Comité Central 1981 se consuma el asesinato de un dirigente comunista en plena crisis del eurocomunismo del PCE, mientras que en 1993 serán los fastos de la Barcelona olímpica lo que centre las aventuras del detective en Sabotaje olímpico.

Las novelas sirven al mismo tiempo para dar rienda suelta a la pasión desatada del escritor por la gastronomía. Diferentes personajes, algunos creados ex-profeso como Fuster, sirven al autor de excusa para disertar sobre las virtudes del asado argentino o la contundencia del ajoarriero.

El gastrónomo

En todas las novelas de la serie Carvalho hay alguna referencia gastronómica, con algunas recetas inolvidables como la fideuá a base de fideos de arroz que prepara en Los pájaros de Bangkok (1983). Pero donde despliega todo su conocimiento gastronómico, con erudición y humildad es en Contra los gourmets, obra para la iniciación en el mundo de la gastronomía, donde recorre todos los alimentos y todas las cocinas del mundo. Habla de la española, pero también de la cocina internacional, de la cocina tradicional y de la nouvelle cuisine, incluso se digna a considerar las modas alimenticias (que no gastronómicas) de la “comida sana” y “lo light”.

Otras obras gastronómicas suyas son Cocina catalana y Recetas inmorales.

En su testamento, ordenó que a su muerte se le incinerara, y que sus cenizas fueran esparcidas en la pequeña Cala Montjoi, lugar en la Costa Brava de Gerona,España, sede del reputado como el mejor Restaurante del Mundo, El Bulli.

El ensayista

Escribió ensayos sobre periodismo, política, sociología, deporte, historia, cocina biografías, literatura o música y durante cierto tiempo se le tuvo como un experto en franquismo. Su primer ensayo, Informe sobre la Información (1963) sigue siendo uno de los mejores estudios sobre el periodismo publicados en España. Otras obras importantes son Manifiesto subnormal, 1970, Crónica sentimental de España, 1971, Joan Manuel Serrat, 1972, El libro gris de Televisión Española, 1973,Diccionario del Franquismo, 1977, Los demonios familiares de Franco, 1978, Historia y comunicación social, 1980, Mis almuerzos con gente inquietante, 1984,Crónica sentimental de la transición, 1985, Contra los gourmets, 1985, Panfleto desde el planeta de los simios, 1995, Pasionaria y los siete enanitos, 1995, Un polaco en la corte del rey Juan Carlos, 1996, análisis de la vida política en Madrid en los últimos años de gobierno de Felipe González, Y Dios entró en La Habana,1998, sobre Cuba, Fidel Castro y la visita del Papa Juan Pablo II, Marcos: el señor de los espejos, 1999, sobre el Subcomandante Marcos y el levantamiento de Chiapas y La aznaridad, 2003, publicado de forma póstuma.

El periodista

La editorial Debate publicó toda la obra periodística de Manuel Vázquez Montalbán en tres volúmenes, el primero de los cuales reúne sus artículos de juventud, escritos entre 1960 y 1973.2

El segundo volumen se publicó en febrero de 2011 y el último, en febrero de 2012. En el que abre la serie, ‘Volumen I. La construcción de columnista (1960-1973)’, se rememora su debut en la prensa falangista y las posteriores dificultades para encontrar trabajo, tras una condena por un delito político.

Después de Siglo 20, una revista de información general en la que hace de redactor jefe y que se cerró por orden ministerial, se gana la vida en Hogares modernos, una revista de decoración de la que es el único redactor.

En el primer periódico que le contrata, Tele/eXprés, prosigue con sus pruebas con la ficción y luego en la revista Triunfo ya se convirtió en una referencia con sus reportajes de nuevo cuño y las columnas en las que mezclaba comentarios políticos con personajes de ficción.

La antología proseguirá con ‘Del humor al desencanto (1974-1986)’, que empieza con Por Favor, el intento más ambicioso de Vázquez Montalbán de reírse e informar a la vez, con la ayuda de Forges, Perich, Maruja Torres, Joan de Sagarra, Joan Fuster y Juan Marsé.

El tercer volumen, ‘Las batallas perdidas (1987-2003)’, cuando ya era todo un referente del periodismo de orientación de izquierdas y combina las columnas semanales en El País, Interviú y el diario Avui.

Premios y homenajes

Biblioteca Pública Municipal Vázquez Montalbán.

Vázquez Montalbán recibió numerosos premios a lo largo de su vida, entre los que destacan los siguientes:

Plaza Vázquez Montalbán en San Baudilio de Llobregat.

Desde 2007 existe una calle llamada “Manuel Vázquez Montalbán” en la localidad de Getafe (Madrid). Anteriormente, el Ayuntamiento de San Baudilio de Llobregat (Barcelona) dio este nombre a una plaza situada en el barrio de Casablanca. También son bautizados en su honor el Centro Cívico “Vázquez Montalbán” de Vallvidrera (Barcelona) y el Instituto de Educación Secundaria “Manuel Vázquez Montalbán” de San Adrián de Besós (Barcelona), que adopta esta denominación tras su fallecimiento.

Premios en su nombre

  • En 2006 el Ayuntamiento de Barcelona entrega por primera vez el Premio Pepe Carvalho, que se concede a escritores de novelas policiales o negras.

EN SEVILLA EL 26 DE JULIO DE1875, HACE ANTONIO MACHADO REQUIEM PARA EL POETA Y LUCHADOR REPUBLICANO

 

La humildad y sencillez de la poesía de Machado, cuyos versos, aún poseyendo una gran belleza lírica, son célebres por lo directo de su mensaje, no dejando nunca que el continente fagocite al contenido.

Hasta el final de sus días, Antonio Machado fue poeta y luchador

Aunque ahora se cumplen 82 años de la muerte de uno de los poetas más importantes de las letras españolas y las celebraciones y conmemoraciones de sus versos le volverán al plano de la actualidad, Antonio Machado y su obra nunca han sido antiguos, y menos ahora cuando, al menos según la mayoría de los medios de comunicación, parece que el mito de las dos Españas amenaza con volver a hacerse una realidad. Afortunadamente ahora son otros tiempos y la vida se ve de otra manera, y aunque fruto de tiempos más complicados para nuestro país, los versos de Machado son siempre disfrutables y lo serán, de seguro, en los años venideros.

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Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

26 de julio de 1947 – en España, el dictador Francisco Franco sanciona la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

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Leyes Fundamentales del Reino
(1938–1977)
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado
Entrada en vigor: 26 de julio de 1947
Reforma:
Derogación: Con la Constitución de 1978

La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) fue la quinta Ley fundamental aprobada de las ochoLeyes Fundamentales que organizaban los poderes del Estado durante el franquismo. Establecía la constitución de España nuevamente en Reino (tras 16 años) y la sucesión de Francisco Franco como jefe del Estado español, al disponer que el sucesor sería propuesto por el propio Franco a título de Rey o de Regente del Reino, pero que tendría que ser aprobado por las Cortes españolas.

El proyecto de esta Ley fue remitido por el Gobierno a las Cortes el 28 de marzo de 1947. Tuvo un proceso de elaboración corto y fue aprobada por las Cortes Españolas en su sesión de 7 de junio de 1947 y sometida areferéndum que se celebró el 6 de julio de 1947, entrando en vigor el 26 de julio de 1947.

Contenido legal

El objeto fundamental y clave de la Ley era:12

  1. Constituir España en Reino y en un estado católico (Artículo 1: “España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino”).
  2. Convertir en vitalicia la jefatura del Estado en la persona de Franco (artículo 2: “La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde.”) .
  3. Creación del Consejo del Reino (Artículo 4).
  4. Establecer la prerrogativa del Jefe del Estado para que propusiese a las Cortes, en cualquier momento, la persona que debía ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente y su posible revocación. (Artículo 6: “En cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente, con las condiciones exigidas por esta Ley, y podrá, asimismo, someter a la aprobación de aquéllas la revocación de la que hubiere propuesto, aunque ya hubiese sido aceptada por las Cortes.”).
  5. La Ley definía y enumeraba por primera vez el cuerpo de las “Leyes Fundamentales del Reino” que se convertían en un sucedáneo de Constitución rígida, cuya derogación exigía el acuerdo de las Cortes y la celebración del referéndum nacional instaurado dos años antes (artículo 10).

Antecedentes políticos

Juan de Borbón, hijo del rey Alfonso XIII y heredero del Reino de España, publicó el 19 de marzo de 1945 el Manifiesto de Lausana (Suiza), en el que se criticaba duramente la dictadura franquista y se ofrecía al pueblo español la posibilidad de restaurar una Monarquía de carácter no muy definido; presentaba, como alternativa moderada al régimen, una monarquía constitucional. Rechazaba el régimen franquista, inspirado en los sistemas totalitarios alemanes e italianos, por haber fallado. También prometía una serie de prioridades en caso de la vuelta a la monarquía: aprobación de una constitución, reconocimiento de los derechos humanos, garantía de libertades políticas, establecimiento de una asamblea legislativa democrática, reconocimiento de la diversidad regional, amnistía a los presos políticos y una más justa distribución de la riqueza. A raíz de esto, Franco duda del legítimo heredero de la Dinastia Borbónica como posible sucesor.345

La decisión previa

El 31 de marzo de 1947 el entonces subsecretario de Presidencia Luis Carrero Blanco, enviado de Francisco Franco y redactor de la Ley de Sucesión, informa a Juan de Borbón de que con la aprobación de la Ley de Sucesión sería Franco quien nombraría al monarca del reino «cuando lo considere conveniente». También le comunica a Juan de Borbón —heredero del trono— que podría «ser Rey de España, pero de la España del Movimiento Nacional, católica, anticomunista y antiliberal».

El manifiesto de Estoril

El 7 de abril de 1947 Juan de Borbón, el padre de Juan Carlos, que era por derecho el heredero de la corona de España en ese momento, hizo público un manifiesto en el que denunciaba la ilegalidad de la Ley de Sucesión, porque se proponía alterar la naturaleza de la monarquía sin consultar con el heredero del trono.

Escudo de Armas de Juan de Borbón con Toisón y Orden de Carlos III león gules.svg

Primer Manifiesto de Estoril de Don Juan, 7 de abril de 1947

Españoles:

El General Franco ha anunciado públicamente su propósito de presentar a las llamadas Cortes un proyecto de Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, por el cual España queda constituida en Reino, y se prevé un sistema por completo opuesto al de las Leyes que históricamente han regulado la sucesión a la Corona.

En momentos tan críticos para la estabilidad política de la Patria, no puedo dejar de dirigirme a vosotros, como legítimo Representante que soy de vuestra Monarquía, para fijar mi actitud ante tan grave intento.

Los principios que rigen la sucesión de la Corona, y que son uno de los elementos básicos de la legalidad en que la Monarquía Tradicional se asienta, no pueden ser modificados sin la actuación conjunta del Rey y de la Nación legítimamente representada en Cortes. Lo que ahora se quiere hacer carece de ambos concursos esenciales, pues ni el titular de la Corona interviene ni puede decirse que encarne la voluntad de la Nación el organismo que, con el nombre de Cortes, no pasa de ser una mera creación gubernativa. La Ley de Sucesión que naciera en condiciones tales adolecería de un vicio sustancial de nulidad.

Tanto o más grave es la cuestión de fondo que el citado proyecto plantea. Sin tener en cuenta la necesidad apremiante que España siente de contar con instituciones estables, sin querer advertir que lo que el país desea es salir cuanto antes de una interinidad cada día más peligrosa, sin comprender que la hostilidad de que la Patria se ve rodeada en el mundo nace en máxima parte de la presencia del General Franco en la Jefatura del Estado, lo que ahora se pretende es pura y simplemente convertir en vitalicia esa dictadura personal, convalidar unos títulos, según parece hasta ahora precarios, y disfrazar con el manto glorioso de la Monarquía un régimen de puro arbitrio gubernamental, la necesidad de la cual hace ya mucho tiempo que no existe.

Mañana la Historia, hoy los españoles, no me perdonarían si permaneciese silencioso ante el ataque que se pretende perpetrar contra la esencia misma de la Institución monárquica hereditaria, que es, en frase de nuestro Balmes, una de las conquistas más grandes y más felices de la ciencia política.

La Monarquía hereditaria es, por su propia naturaleza, un elemento básico de estabilidad, merced a la permanencia institucional que triunfa de la caducidad de las personas, y gracias a la fijeza y claridad de los principios sucesorios, que eliminan los motivos de discordia, y hacen posible el choque de los apetitos y las banderías.

Todas esas supremas ventajas desaparecen en el proyecto sucesorio, que cambia la fijeza en imprecisión, que abre la puerta a todas las contiendas intestinas, y que prescinde de la continuidad hereditaria, para volver, con lamentable espíritu de regresión, a una de esas imperfectas fórmulas de caudillaje electivo, en que se debatieron trágicamente los pueblos en los albores de su vida política.

Los momentos son demasiado graves para que España vaya a añadir una nueva ficción constitucional a las que hoy integran el conjunto de disposiciones que se quieren hacer pasar por leyes orgánicas de la Nación, y que además, nunca han tenido efectividad práctica.

Frente a ese intento, yo tengo el deber inexcusable de hacer una pública y solemne afirmación del supremo principio de legitimidad que encarno, de los imprescriptibles derechos de soberanía que la Providencia de Dios ha querido que vinieran a confluir en mi persona, y que no puedo en conciencia abandonar porque nacen de muchos siglos de Historia, y están directamente ligados con el presente y el porvenir de nuestra España.

Por lo mismo que he puesto mi suprema ilusión en ser el Rey de todos los españoles que quieran de buena fe acatar un Estado de Derecho inspirado en los principios esenciales de la vida de la Nación y que obligue por igual a gobernantes y gobernados, he estado y estoy dispuesto a facilitar todo lo que permita asegurar la normal e incondicional transmisión de poderes. Lo que no se me puede pedir es que dé mi asentimiento a actos que supongan el incumplimiento del sagrado deber de custodia de derechos que no son solo de la Corona, sino que forman parte del acervo espiritual de la Patria.

Con fe ciega en los grandes destinos de nuestra España querida, sabéis que podéis contar siempre con vuestro Rey.

JUAN

Estoril, 7 de abril de 1947

Referéndum[editar]

El 6 de julio de 1947 se celebró un «referéndum» sobre la Ley, en el que según los resultados oficiales, el censo electoral fue de 16.187.992 electores, votaron 14.454.426, de los que lo hicieron afirmativamente 12.628.983 (89,86% de los votantes) y negativamente 643.501.6

La decisión definitiva[editar]

Desde el 18 de julio de 1947, por la Ley de Sucesión, Franco actuaría como el Jefe del Estado del recién proclamado reino de España, cuyo trono estaba vacante y así habría de permanecer al menos hasta que se produjera lo que luego se dio en llamar el “hecho sucesorio”, como eufemismo por la muerte del dictador. Para el ministro Arrese esta ley representaba un obstáculo en el camino a recorrer y no una etapa del camino recorrido. Con otras palabras:

“… Sin embargo, había que contar con ella, en primer lugar porque la estabilidad de los pueblos depende muchas veces de la venerable ancianidad de sus leyes; en segundo lugar, porque lo peor que tenía la ley, no era la ley en sí misma, sino la alteración que producía en el orden y en la jerarquía de las cosas a perfilar; y en tercer lugar, porque esta ley, probablemente porque se quiso convencer al extranjero de lo inútil de su esfuerzo iconoclasta, fue sometida areferéndum y avalada por la inmensa mayoría de los españoles…”7

El 25 de agosto de 1948, Franco concertó una entrevista con Juan de Borbón, en su yate de vacaciones el Azor, en el golfo de Vizcaya. Allí acordaron que el hijo de diez años de Juan de Borbón, Juan Carlos, nacido y con residencia en Roma, cambiaría de residencia y completaría su educación en España, junto con su hermano Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, bajo la promesa de «que el periódico monarquista ABC podría informar libremente y que se levantarían las restricciones de las actividades monárquicas».

El 9 de noviembre de 1948 Juan Carlos fue recibido por Franco en su residencia de El Pardo, donde le informó de que su educación estaría a cargo de un grupo de profesores de firme lealtad al Movimiento.

Como revelan los documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EE.UU., a causa de un accidente que se produjo el 24 de diciembre de 1961, durante una cacería en los bosques de El Pardo, por aquel entonces la residencia del Generalísimo, Franco comienza a plantearse la elección sobre su sucesión. Un informe de la Corte griega al embajador de EE.UU. en Grecia indica: «a raíz de un accidente de caza» nos informan que «está planificando presentar la cuestión de la sucesión real ante las Cortes en febrero. No ha divulgado si recomendará al conde de Barcelona o al hijo de éste, Juan Carlos»; conforme a lo indicado por el embajador español Luca de Tena.

El 22 de julio de 1969 Franco designa a Juan Carlos de Borbón (saltándose el orden sucesorio natural que correspondía a su padre Juan de Borbón amparándose en la ley de sucesión según la cual sería Franco quien nombraría al monarca del reino) como su sucesor a la Jefatura del Estado, con el título de «Príncipe de España». Así es proclamado por las Cortes como sucesor de Franco el 22 de julio de 1969 cuando Juan Carlos jura: «fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino».

Consecuencias[editar]

Durante la dictadura, el príncipe de España, Juan Carlos I, accedió brevemente (19 de julio a 2 de septiembre de 1974) a la jefatura del régimen dictatorial debido a la frágil salud de Franco a causa del parkinson.

Finalmente, Franco falleció el 20 de noviembre de 1975 y Juan Carlos de Borbón, fue proclamado jefe de Estado y coronado como rey de España el 22 de noviembre de 1975 en el Palacio de las Cortes, pasando a denominarse Juan Carlos I saltándose el orden sucesorio natural (que correspondía a su padre Juan de Borbón). Como resultado, las reformas políticas transformaron el aparato franquista en un sistema democrático cuya forma política de gobierno es la monarquía parlamentaria, con un jefe de Estado que se supedita a la constitución y en donde sus actos han de ser refrendados (el rey reina pero no gobierna),89​ y un parlamento electo por el pueblo en donde recae el poder legislativo.

No sería hasta el 14 de mayo de 1977 cuando Juan de Borbón renunciase oficialmente a todos sus derechos dinásticos (los cuales le habían sido negados por la ley de sucesión creada por Franco) en favor de su hijo, estableciéndose entonces una monarquía juancarlista. La ley de sucesión fue derogada el 29 de diciembrede 1978, más de año y medio después de la abdicación del conde de Barcelona.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

26 de julio de 1947 – en España, el dictador Francisco Franco sanciona la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

 

Leyes Fundamentales del Reino
(1938–1977)
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado
Entrada en vigor: 26 de julio de 1947
Reforma:
Derogación: Con la Constitución de 1978

La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) fue la quinta Ley fundamental aprobada de las ochoLeyes Fundamentales que organizaban los poderes del Estado durante el franquismo. Establecía la constitución de España nuevamente en Reino (tras 16 años) y la sucesión de Francisco Franco como jefe del Estado español, al disponer que el sucesor sería propuesto por el propio Franco a título de Rey o de Regente del Reino, pero que tendría que ser aprobado por las Cortes españolas.

El proyecto de esta Ley fue remitido por el Gobierno a las Cortes el 28 de marzo de 1947. Tuvo un proceso de elaboración corto y fue aprobada por las Cortes Españolas en su sesión de 7 de junio de 1947 y sometida areferéndum que se celebró el 6 de julio de 1947, entrando en vigor el 26 de julio de 1947.

Contenido legal

El objeto fundamental y clave de la Ley era:12

  1. Constituir España en Reino y en un estado católico (Artículo 1: “España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino”).
  2. Convertir en vitalicia la jefatura del Estado en la persona de Franco (artículo 2: “La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde.”) .
  3. Creación del Consejo del Reino (Artículo 4).
  4. Establecer la prerrogativa del Jefe del Estado para que propusiese a las Cortes, en cualquier momento, la persona que debía ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente y su posible revocación. (Artículo 6: “En cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente, con las condiciones exigidas por esta Ley, y podrá, asimismo, someter a la aprobación de aquéllas la revocación de la que hubiere propuesto, aunque ya hubiese sido aceptada por las Cortes.”).
  5. La Ley definía y enumeraba por primera vez el cuerpo de las “Leyes Fundamentales del Reino” que se convertían en un sucedáneo de Constitución rígida, cuya derogación exigía el acuerdo de las Cortes y la celebración del referéndum nacional instaurado dos años antes (artículo 10).

Antecedentes políticos

Juan de Borbón, hijo del rey Alfonso XIII y heredero del Reino de España, publicó el 19 de marzo de 1945 el Manifiesto de Lausana (Suiza), en el que se criticaba duramente la dictadura franquista y se ofrecía al pueblo español la posibilidad de restaurar una Monarquía de carácter no muy definido; presentaba, como alternativa moderada al régimen, una monarquía constitucional. Rechazaba el régimen franquista, inspirado en los sistemas totalitarios alemanes e italianos, por haber fallado. También prometía una serie de prioridades en caso de la vuelta a la monarquía: aprobación de una constitución, reconocimiento de los derechos humanos, garantía de libertades políticas, establecimiento de una asamblea legislativa democrática, reconocimiento de la diversidad regional, amnistía a los presos políticos y una más justa distribución de la riqueza. A raíz de esto, Franco duda del legítimo heredero de la Dinastia Borbónica como posible sucesor.345

La decisión previa

El 31 de marzo de 1947 el entonces subsecretario de Presidencia Luis Carrero Blanco, enviado de Francisco Franco y redactor de la Ley de Sucesión, informa a Juan de Borbón de que con la aprobación de la Ley de Sucesión sería Franco quien nombraría al monarca del reino «cuando lo considere conveniente». También le comunica a Juan de Borbón —heredero del trono— que podría «ser Rey de España, pero de la España del Movimiento Nacional, católica, anticomunista y antiliberal».

El manifiesto de Estoril

El 7 de abril de 1947 Juan de Borbón, el padre de Juan Carlos, que era por derecho el heredero de la corona de España en ese momento, hizo público un manifiesto en el que denunciaba la ilegalidad de la Ley de Sucesión, porque se proponía alterar la naturaleza de la monarquía sin consultar con el heredero del trono.

Escudo de Armas de Juan de Borbón con Toisón y Orden de Carlos III león gules.svg

Primer Manifiesto de Estoril de Don Juan, 7 de abril de 1947

Españoles:

El General Franco ha anunciado públicamente su propósito de presentar a las llamadas Cortes un proyecto de Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, por el cual España queda constituida en Reino, y se prevé un sistema por completo opuesto al de las Leyes que históricamente han regulado la sucesión a la Corona.

En momentos tan críticos para la estabilidad política de la Patria, no puedo dejar de dirigirme a vosotros, como legítimo Representante que soy de vuestra Monarquía, para fijar mi actitud ante tan grave intento.

Los principios que rigen la sucesión de la Corona, y que son uno de los elementos básicos de la legalidad en que la Monarquía Tradicional se asienta, no pueden ser modificados sin la actuación conjunta del Rey y de la Nación legítimamente representada en Cortes. Lo que ahora se quiere hacer carece de ambos concursos esenciales, pues ni el titular de la Corona interviene ni puede decirse que encarne la voluntad de la Nación el organismo que, con el nombre de Cortes, no pasa de ser una mera creación gubernativa. La Ley de Sucesión que naciera en condiciones tales adolecería de un vicio sustancial de nulidad.

Tanto o más grave es la cuestión de fondo que el citado proyecto plantea. Sin tener en cuenta la necesidad apremiante que España siente de contar con instituciones estables, sin querer advertir que lo que el país desea es salir cuanto antes de una interinidad cada día más peligrosa, sin comprender que la hostilidad de que la Patria se ve rodeada en el mundo nace en máxima parte de la presencia del General Franco en la Jefatura del Estado, lo que ahora se pretende es pura y simplemente convertir en vitalicia esa dictadura personal, convalidar unos títulos, según parece hasta ahora precarios, y disfrazar con el manto glorioso de la Monarquía un régimen de puro arbitrio gubernamental, la necesidad de la cual hace ya mucho tiempo que no existe.

Mañana la Historia, hoy los españoles, no me perdonarían si permaneciese silencioso ante el ataque que se pretende perpetrar contra la esencia misma de la Institución monárquica hereditaria, que es, en frase de nuestro Balmes, una de las conquistas más grandes y más felices de la ciencia política.

La Monarquía hereditaria es, por su propia naturaleza, un elemento básico de estabilidad, merced a la permanencia institucional que triunfa de la caducidad de las personas, y gracias a la fijeza y claridad de los principios sucesorios, que eliminan los motivos de discordia, y hacen posible el choque de los apetitos y las banderías.

Todas esas supremas ventajas desaparecen en el proyecto sucesorio, que cambia la fijeza en imprecisión, que abre la puerta a todas las contiendas intestinas, y que prescinde de la continuidad hereditaria, para volver, con lamentable espíritu de regresión, a una de esas imperfectas fórmulas de caudillaje electivo, en que se debatieron trágicamente los pueblos en los albores de su vida política.

Los momentos son demasiado graves para que España vaya a añadir una nueva ficción constitucional a las que hoy integran el conjunto de disposiciones que se quieren hacer pasar por leyes orgánicas de la Nación, y que además, nunca han tenido efectividad práctica.

Frente a ese intento, yo tengo el deber inexcusable de hacer una pública y solemne afirmación del supremo principio de legitimidad que encarno, de los imprescriptibles derechos de soberanía que la Providencia de Dios ha querido que vinieran a confluir en mi persona, y que no puedo en conciencia abandonar porque nacen de muchos siglos de Historia, y están directamente ligados con el presente y el porvenir de nuestra España.

Por lo mismo que he puesto mi suprema ilusión en ser el Rey de todos los españoles que quieran de buena fe acatar un Estado de Derecho inspirado en los principios esenciales de la vida de la Nación y que obligue por igual a gobernantes y gobernados, he estado y estoy dispuesto a facilitar todo lo que permita asegurar la normal e incondicional transmisión de poderes. Lo que no se me puede pedir es que dé mi asentimiento a actos que supongan el incumplimiento del sagrado deber de custodia de derechos que no son solo de la Corona, sino que forman parte del acervo espiritual de la Patria.

Con fe ciega en los grandes destinos de nuestra España querida, sabéis que podéis contar siempre con vuestro Rey.

JUAN

Estoril, 7 de abril de 1947

Referéndum[editar]

El 6 de julio de 1947 se celebró un «referéndum» sobre la Ley, en el que según los resultados oficiales, el censo electoral fue de 16.187.992 electores, votaron 14.454.426, de los que lo hicieron afirmativamente 12.628.983 (89,86% de los votantes) y negativamente 643.501.6

La decisión definitiva[editar]

Desde el 18 de julio de 1947, por la Ley de Sucesión, Franco actuaría como el Jefe del Estado del recién proclamado reino de España, cuyo trono estaba vacante y así habría de permanecer al menos hasta que se produjera lo que luego se dio en llamar el “hecho sucesorio”, como eufemismo por la muerte del dictador. Para el ministro Arrese esta ley representaba un obstáculo en el camino a recorrer y no una etapa del camino recorrido. Con otras palabras:

“… Sin embargo, había que contar con ella, en primer lugar porque la estabilidad de los pueblos depende muchas veces de la venerable ancianidad de sus leyes; en segundo lugar, porque lo peor que tenía la ley, no era la ley en sí misma, sino la alteración que producía en el orden y en la jerarquía de las cosas a perfilar; y en tercer lugar, porque esta ley, probablemente porque se quiso convencer al extranjero de lo inútil de su esfuerzo iconoclasta, fue sometida areferéndum y avalada por la inmensa mayoría de los españoles…”7

El 25 de agosto de 1948, Franco concertó una entrevista con Juan de Borbón, en su yate de vacaciones el Azor, en el golfo de Vizcaya. Allí acordaron que el hijo de diez años de Juan de Borbón, Juan Carlos, nacido y con residencia en Roma, cambiaría de residencia y completaría su educación en España, junto con su hermano Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, bajo la promesa de «que el periódico monarquista ABC podría informar libremente y que se levantarían las restricciones de las actividades monárquicas».

El 9 de noviembre de 1948 Juan Carlos fue recibido por Franco en su residencia de El Pardo, donde le informó de que su educación estaría a cargo de un grupo de profesores de firme lealtad al Movimiento.

Como revelan los documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EE.UU., a causa de un accidente que se produjo el 24 de diciembre de 1961, durante una cacería en los bosques de El Pardo, por aquel entonces la residencia del Generalísimo, Franco comienza a plantearse la elección sobre su sucesión. Un informe de la Corte griega al embajador de EE.UU. en Grecia indica: «a raíz de un accidente de caza» nos informan que «está planificando presentar la cuestión de la sucesión real ante las Cortes en febrero. No ha divulgado si recomendará al conde de Barcelona o al hijo de éste, Juan Carlos»; conforme a lo indicado por el embajador español Luca de Tena.

El 22 de julio de 1969 Franco designa a Juan Carlos de Borbón (saltándose el orden sucesorio natural que correspondía a su padre Juan de Borbón amparándose en la ley de sucesión según la cual sería Franco quien nombraría al monarca del reino) como su sucesor a la Jefatura del Estado, con el título de «Príncipe de España». Así es proclamado por las Cortes como sucesor de Franco el 22 de julio de 1969 cuando Juan Carlos jura: «fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino».

Consecuencias[editar]

Durante la dictadura, el príncipe de España, Juan Carlos I, accedió brevemente (19 de julio a 2 de septiembre de 1974) a la jefatura del régimen dictatorial debido a la frágil salud de Franco a causa del parkinson.

Finalmente, Franco falleció el 20 de noviembre de 1975 y Juan Carlos de Borbón, fue proclamado jefe de Estado y coronado como rey de España el 22 de noviembre de 1975 en el Palacio de las Cortes, pasando a denominarse Juan Carlos I saltándose el orden sucesorio natural (que correspondía a su padre Juan de Borbón). Como resultado, las reformas políticas transformaron el aparato franquista en un sistema democrático cuya forma política de gobierno es la monarquía parlamentaria, con un jefe de Estado que se supedita a la constitución y en donde sus actos han de ser refrendados (el rey reina pero no gobierna),89​ y un parlamento electo por el pueblo en donde recae el poder legislativo.

No sería hasta el 14 de mayo de 1977 cuando Juan de Borbón renunciase oficialmente a todos sus derechos dinásticos (los cuales le habían sido negados por la ley de sucesión creada por Franco) en favor de su hijo, estableciéndose entonces una monarquía juancarlista. La ley de sucesión fue derogada el 29 de diciembrede 1978, más de año y medio después de la abdicación del conde de Barcelona.

25 de julio de 1909 – en Barcelona (Cataluña) comienza la Semana Trágica.

25 de julio de 1909 – en Barcelona (Cataluña) comienza la Semana Trágica.

Semana Trágica (España)

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Guardias Civiles y arrestados, durante la Semana Trágica.

Se conoce con el nombre de Semana Trágica a los sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades deCataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, en ese momento muy inestable, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general.

Contexto histórico

España inicia el año 1909 con Alfonso XIII como monarca y con Antonio Maura, del Partido Conservador, al frente del gobierno desde el 25 de enero de 1907.

Políticamente, España, que no se había recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba, Puerto Rico, Islas Filipinas, Islas Marianas e Islas Carolinas, últimas colonias de ultramar, vive inmersa en un sistema político donde dos partidos, el Partido Conservador y el Partido Liberal, se turnan en el gobierno. La alternancia es organizada desde el poder mediante el reparto de escaños previo a las elecciones (conocido como encasillado), a través de una red de influencias denominada caciquismo que garantiza su cumplimiento y el pucherazo o adulteración de los resultados. En este sistema la monarquía ejerce un papel de arbitraje. El resto de los partidos políticos son marginados del poder y sólo consiguen representación en las zonas urbanas, donde el caciquismo es más débil y el control electoral por tanto es más difícil.

En Cataluña, sin embargo, tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 40 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Cataluña.

Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente enBarcelona, donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento deSolidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.

Desencadenante

Tras la pérdida de Cuba y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en laConferencia Internacional de Algeciras de 1906, el control sobre la zona norte de Marruecos.

Antonio Maura, presidente del gobierno durante los sucesos de la Semana Trágica

El 9 de julio de 1909 los obreros españoles que trabajaban en la construcción de un ferrocarril que uniría Melilla con las minas deBeni Bu Ifrur, propiedad de la Compañía del Norte Africano, de capital francés pero de nacionalidad española, y de la Compañía Española de Minas del Rif, una sociedad controlada por la familia del conde de Romanones y la Casa Güell emparentada con elmarqués de Comillas,1​ fueron atacados por las cabilas de la zona que se oponían a la penetración extranjera (cuatro obreros murieron). Este incidente, que constituirá el inicio de la Guerra de Melilla, será utilizado por el Gobierno de Maura para decretar el envío de las Brigadas Mixtas de Cataluña, Madrid y Campo de Gibraltar, además de otras unidades militares que complementarán a las Brigadas, con el objetivo de acabar con la rebelión rifeña y asegurar el control de la “zona de influencia” española en el norte de Marruecos.2​ En la orden de movilización se incluyó a los reservistas de los cupos de 1903 a 1907, medida muy mal acogida por las clases populares debido a que la legislación de reclutamiento vigente permitía quedar exento de la incorporación a filas o consiguiendo que fuera otra persona en su lugar a cambio de dinero, o mediante el pago de un canon de 6000 reales, cantidad que no estaba al alcance del pueblo (el sustento diario de un trabajador ascendía en la época aproximadamente a 10 reales). Además, la mayor parte de los reservistas eran padres de familia, en las que la única fuente de ingresos era el trabajo de estos.

A partir de la publicación del decreto de movilización el 10 de julio se sucedieron las protestas en contra de la guerra en forma de artículos en la prensa, de mítines y manifestaciones, que en muchas ocasiones fueron prohibidos por el gobierno, y en algunas localidades se vivieron momentos de tensión con motivo de la salida de las tropas (aunque en otras, como Cádiz o Málaga, se produjeron despedidas entusiásticas y “patrióticas”). En Madrid se produjeron incidentes en la estación de ferrocarril de Mediodía en la noche y la madrugada del 20 al 21 de julio cuando se procedió al embarque de la Brigada Mixta de Madrid al mando delgeneral Pintos. También los hubo en las estaciones de tren de Zaragoza y de Tudela.3​ El gobierno, ante la presión popular y de la prensa, acordó el 23 de julio conceder una pensión de 50 céntimos diarios a las esposas e hijos huérfanos de madre de los reservistas movilizados.4

El gobernador Evaristo Crespo Azorín entra en Barcelona el 6 de agosto de 1909, acompañado del general Santiago.

En Barcelona los embarques de tropas en el puerto comenzaron el día 11 de julio sin que se produjeran incidentes. Pero en la tarde del domingo 18 de julio cuando se procedía al embarque del batallón de Cazadores de Reus, integrado en la Brigada Mixta de Cataluña, la tensión estalló. Algunos soldados arrojaron al mar los escapularios y medallas que varias aristócratas barcelonesas les habían entregado antes de subir al vapor militar Cataluña, mientras hombres y mujeres gritaban desde los muelles:

¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!

La policía tuvo que hacer varios disparos al aire y detuvo a varias personas. Las protestas aumentaron en los días siguientes cuando llegaron noticias de que se habían producido gran número de bajas entre los soldados españoles enviados a Marruecos.5​ El jueves 22 de julio los diputados de Solidaridad Catalana se hacían eco del “sentimiento popular” y exigían al gobierno la “reunión inmediata de las Cortes” para debatir la cuestión de la guerra y las “condiciones en que se practica el reclutamiento de las tropas expedicionarias”.6​ El gobernador civil de Barcelona,Ángel Ossorio y Gallardo, prohibió la reunión de Solidaritat Obrera que iba a celebrar el sábado 24 de julio para confirmar la propuesta de ir a una huelga general, por lo que fue un Comité de Huelga clandestino, integrado por Antoni Fabra i Ribas (un socialista que intentó sin éxito que la movilización barcelonesa se pospusiera para que coincidiera con la huelga general que el PSOE y la UGT iban a convocar en toda España, y que finalmente tendría lugar el 2 de agosto con poco seguimiento, debido a las medidas represivas adoptadas por el gobierno que incluyeron la detención en Madrid el 28 de julio de Pablo Iglesias y el resto de la cúpula dirigente socialista),7​ José Rodríguez Romero (sindicalista) y Miguel V. Moreno (anarquista), el que fijó un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio,8​ el cual degenerará en la Semana Trágica.

Ángel Osorio declaró con posterioridad:

En Barcelona, la revolución no “se prepara”, por la sencilla razón de que está “preparada” siempre… Asoma a la calle todos los días; si no hay ambiente para su desarrollo, retrocede; si hay ambiente, cuaja. Hacía mucho tiempo que la revolución no disponía de aire respirable; encontró el de la protesta contra la campaña del Rif y respiró a sus anchas. El motín se fragua a la luz del día, a presencia de gobernadores y jueces. No hay que conspirar ni que confabularse. Para destruir en España a un pueblo, moral y materialmente, basta con la hábil utilización de la Ley de Imprenta, la de Asociación y la de Reuniones Públicas. Por eso sostengo que en los tristes sucesos de julio hay que distinguir dos cosas: la huelga general, “cosa preparada y cocida”, y el movimiento anárquico-revolucionario, de carácter político, “cosa que surgió sin preparación”.

A. Ossorio, Barcelona, julio, 1909, 13-159

Cronología

Lunes, 26 de julio

Barcelona se convirtió en La ciudad quemada durante la Semana Trágica.

Tranvía tirado durante la Semana Trágica.

En Barcelona la huelga se inició en los barrios periféricos, donde se encontraban la mayoría de las fábricas. Allí se quemaron las casetas donde se cobraban los odiados consumos. Después los obreros se trasladaron al centro de la ciudad donde se produjeron disturbios cuando intentaron detener por la fuerza los tranvías y obligaron a cerrar los comercios y los cafés. El Capitán General de Cataluña, Luis de Santiago, siguiendo las directrices del ministro de la Gobernación De la Cierva, proclamó el “estado de guerra”, a lo que se opuso el gobernador civil, Ángel Ossorio y Gallardo, que dimitió de su cargo (su sustituto, Evaristo Crespo Azorín, no llegará a Barcelona hasta el 6 de agosto). De Santiago decidió esperar a recibir refuerzos desde Valencia y Zaragoza para empezar a actuar y se limitó a proteger los principales edificios públicos. Por la tarde se generalizaron los disturbios, en los que murieron dos personas, cuando los huelguistas intentaron detener completamente la circulación de los tranvías. Además dos comisarías de policía fueron asaltadas. Barcelona quedó paralizada, sin gas y sin luz, sin periódicos, e incomunicada con el exterior por ferrocarril, por telégrafo o por teléfono. Una manifestación encabezada por mujeres y niños fue disuelta a tiros en el Paseo de Colón, frente al edificio de la Capitanía General. A partir de entonces la revuelta se transformó en insurrección. Sin embargo, ningún dirigente republicano, nilerrouxista ni del Centre Nacionalista Republicà, quiso asumir la dirección de la misma. A medianoche ardió el primer edificio religioso, el Patronato Obrero de San José, en Pueblo Nuevo, regentado por los hermanos maristas.10

La huelga y la revuelta se extendieron a muchas localidades catalanas, especialmente de las provincias de Barcelona y Gerona. En Sabadell, Mataró y Granollers tomó el carácter de una verdadera insurrección en la que se formaron juntas revolucionarias que proclamaron la República, se cortaron las líneas telegráficas y telefónicas y las vías de ferrocarril, se incendiaron edificios religiosos y se produjeron todo tipo de disturbios, siendo los de Sabadell los más graves (en el asalto al Ayuntamiento, algunas de cuyas dependencias fueron incendiadas, murieron ocho personas y veinte resultaron heridas, entre ciudadanos y fuerza pública).11​ Hubo incidentes en otras muchas poblaciones, aunque sólo se produjeron incendios de edificios religiosos en Badalona, Premià de Mar (donde también se proclamó la República), Manresa, y San Adrián del Besós (en las comarcas de Barcelona), yPalamós, Calonge y San Feliu de Guixols (en las de Gerona).12

Martes, 27 de julio

En Barcelona se levantaron cientos de barricadas y varias armerías fueron asaltadas para proveerse de pistolas y fusiles. La violencia se dirigió contra las iglesias y las propiedades eclesiásticas, especialmente los conventos, los colegios y los patronatos de las órdenes religiosas. En el espacio de pocas horas ardieron muchos edificios religiosos. En algunos casos los frailes y las monjas y los bienes fueron respetados, pero en la mayoría los incendiarios se lanzaron al saqueo y al pillaje y se quemaron muebles y enseres. El cura párroco de El Poblenou murió asfixiado en el sótano de su iglesia donde se había refugiado. También se profanaron los cementerios de algunos conventos. El punto culminante de la violencia anticlerical se produjo durante la «noche trágica» del martes al miércoles en la que ardieron veintitrés edificios en el centro de la ciudad y ocho conventos en la periferia, y muchos religiosos sufrieron insultos y escarnios, como una monja anciana que fue obligada a desnudarse para cerciorarse de que no ocultaba nada entre los hábitos.13​ En los incendios y en los disturbios tuvieron una participación muy destacada obreros y jóvenes militantes y dirigentes de segunda fila del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux (que en esos momentos estaba exiliado), una de cuyas señas de identidad era el violento anticlericalismo.14

Francisco Ferrer Guardia, acusado falsamente de instigador de las revueltas, sería ejecutado en octubre de 1909

La inicial protesta antibelicista se había transformado en protesta anticlerical con el incendio de iglesias, conventos y escuelas religiosas. La explosión de violencia anticlerical fue la culminación, según Javier Moreno Luzón, “de años de propaganda revolucionaria, en los cuales se había expandido una cultura popular que achacaba los males del país a la influencia de la Iglesia, tenida por hipócrita y siniestra. […] [Para los alborotadores] las órdenes religiosas no sólo servían a los poderosos, atesoraban grandes riquezas y hacían una competencia económica desleal a los trabajadores en sus talleres, sino que también infligían toda clase de torturas a sus miembros. De ahí su interés morboso por escrutar cadáveres y celdas de monjas. Trataban asimismo de acabar con la red de centros confesionales dedicados a la enseñanza y a la caridad, símbolos de un orden social odioso y destruidos con frecuencia por sus antiguos pupilos y beneficiados”.15

La llegada de noticias de Marruecos sobre el Desastre del Barranco del Lobo, donde perecieron de 200 a 300 reservistas, en su mayor parte del contingente que salió de Barcelona el día 18 de julio, avivó la insurrección.

Miércoles, 28 de julio

Barcelona amanece con numerosas columnas de humo procedentes de los edificios religiosos asaltados e incendiados. A lo largo del día continúa la violencia anticlerical y los tiroteos entre los insurgentes y las fuerzas de orden público. Los incidentes más graves se producen en el barrio de San Andrés de Palomar donde los rebeldes armados con fusiles capturaron a los guardias de las casetas de consumos y a miembros del Somatén, levantaron barricadas e incendiaron la iglesia parroquial. No obstante este día llegan los primeros refuerzos militares, provenientes de Zaragoza y de Valencia, a los que se les hizo creer que iban a reprimir un movimiento “separatista”.16

Del jueves, 29 de julio, al domingo, 1 de agosto

Empezando por la zona de las Ramblas y el puerto, unos 10 000 soldados fueron ocupando la ciudad de Barcelona, mientras la moral de los insurgentes iba cayendo a medida que eran conscientes de que la rebelión no estaba siendo secundada en el resto de España. Entre el viernes y el sábado la ciudad fue recuperando poco a poco la normalidad excepto en los barrios de San Andrés y de Horta, donde continuaron los tiroteos y donde se produjeron los últimos incendios y saqueos de conventos y de colegios religiosos. El domingo volvieron a publicarse los periódicos. El lunes 2 de agosto los obreros barceloneses, a los que la patronal les prometió que cobrarían el salario de la semana como si nada hubiera ocurrido, volvieron al trabajo. En otras localidades catalanas la completa normalidad no se recuperó hasta el jueves 5 de agosto.17

Represión

Manifestación durante la Semana Trágica, en la pancarta se puede leer: «Libertad, justicia» en alusión a los numerosos prisioneros

El balance de los disturbios de la ciudad de Barcelona supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (de estos, 80 eran edificios religiosos). El gobierno Maura, por medio de su ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel, inicia de inmediato, el 31 de julio, una represión durísima y arbitraria. Se detiene a varios millares de personas, de las que 2000 fueron procesadas, resultando 175 penas de destierro, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte. Además se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas.

Los cinco reos de muerte fueron Josep Miquel Baró, un nacionalista republicano ejecutado el 17 de agosto de 1909 en elcastillo de Montjuic, como los otros cuatro; Antonio Malet Pujol, un republicano lerrouxista, ejecutado el 13 de septiembre; Clemente García, el joven discapacitado mental que había bailado con el cadáver de una monja por las calles de Barcelona, ejecutado el 4 de octubre; Eugenio del Hoyo, un ex guardia civil y guardia de seguridad; y el más conocido de todos ellos Francisco Ferrer Guardia, pedagogo anarquista cofundador de la Escuela Moderna.18

Caso Ferrer

Ferrer Guardia detenido es conducido por la Guardia Civil a Montjuic.

En principio los sucesos de lo que sería conocida como la «Semana Trágica» y la dura represión posterior no tuvieron consecuencias políticas. Sin embargo la percepción del rey comenzó a cambiar en septiembre sobre todo como consecuencia de la campaña internacional de protesta por la condena a muerte en un consejo de guerra de Francisco Ferrer Guardia, acusado de ser el máximo responsable de los sucesos de la Semana Trágica, y que finalmente sería ejecutado el 13 de octubre, a pesar de las peticiones de conmutación de la pena, una posibilidad que el presidente del gobierno, el conservadorAntonio Maura, ni siquiera se planteó. La propia hija de Ferrer le envió una carta al rey Alfonso XIII pidiendo clemencia para su padre:19

Rey muy cristiano que para un pueblo caballeroso simboliza la generosidad y la omnipotencia, no rechazad la humilde y ardiente súplica de la hija de Ferrer. Oh Rey que, como Dios mismo, podéis disponer de la vida o de la muerte, disipad por un arranque de vuestro noble corazón la amargura de mi alma y escuchad la humilde y ardiente súplica.

Según Javier Tusell y Genoveva García Queipo de Llano la pruebas presentadas contra Ferrer “eran escasas y deficientes, en especial para considerarlo jefe de los anarquistas españoles”.20

Protesta en París por la ejecución de Francisco Ferrer Guardia (17 de octubre de 1909).

Según estos mismos historiadores, “durante meses la prensa mundial tuvo un motivo permanente de atención en las cosas de España, casi siempre para transmitir de ella una imagen de un país atrasado y bárbaro dominado por la Inquisición religiosa y por una Monarquía retrógrada. En París hubo banderas españolas con crespones negros o quemas de símbolos nacionales. En Suiza los manifestantes gritaban contra España y los curas. En Roma los protestatarios llegaron a entrevistarse con el presidente del Gobierno. También en Lisboa se produjeron actos parecidos y en Buenos Aires se lanzaron bombas contra el consulado español. Hubo mítines en Salónica, y en Génova los trabajadores de los muelles se negaron a descargar buques españoles. En Petrópolis, una ciudad de Brasil, se quemó una efigie del rey. En Gran Bretaña, las protestas por el asesinato de Ferrer fueron frecuentes… En todo el viejo continente los diplomáticos españoles no cesaron de enviar en sus comunicaciones juicios como los de que la protesta había alcanzadoinconcebibles e inexplicables proporciones“.21

Caída de Maura

El rey Alfonso XIII.

La protesta internacional por el «caso Ferrer», que apenas había tenido seguimiento en España,22​ fue aprovechada por elPartido Liberal para promover una campaña con los republicanos en contra del gobierno al grito de Maura, no. EL 20 de septiembre se incorporaba a este «Bloque de Izquierdas» antimaurista el PSOE.23

El 18 de octubre de 1909, sólo cinco días después de la ejecución de Ferrer, tuvo lugar un debate en el Congreso de Diputados en el que se produjo un duro enfrentamiento entre Maura y Moret. Este pidió la dimisión del gobierno y apeló al rey al afirmar que «alguien» debía hacer entender a los conservadores que debían irse. El día 20 fue el ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel el que atacó a Moret de forma muy violenta, llegando a decirle que su política, cuando estuvo al frente del gobierno, había conducido al atentado contra el rey del día de su boda, afirmación que se negó a retirar. El escándalo en las Cortes se hizo todavía mayor cuando Maura respaldó a Cierva dándole la mano. Al día siguiente el diario liberal El Imparcial declaró que la situación era «gravísima» porque los liberales habían sido acusados de «contactos siniestros con los anarquistas». El Diario Universal, propiedad del liberal conde de Romanones, afirmó que el gobierno no podía durar «ni un día más». El 22 de octubre Maura acudió a Palacio para plantear la continuidad de su gobierno al rey, pero cuando Maura le presentó la dimisión de forma protocolaria el rey la aceptó. Gabriel Maura Gamazocontó muchos años después la conmoción que provocó en su padre su destitución como presidente del gobierno. El rey nombró en su lugar a Moret. Por su parte el nuncio interpretó el cambio de gobierno como un «primer triunfo» de la «francmasonería internacional» contra España, la Monarquía y, sobre todo, la Iglesia.24

En unas declaraciones al diario francés Le Journal el rey Alfonso XIII lamentó la «interpretación tan falsa» que se había dado de los sucesos de Barcelona y se mostró especialmente dolido con la imagen que se había proyectado de España. «De dar oídos a ciertos franceses, parecería que éramos un país de salvajes», afirmó. Sobre el caso Ferrer dijo: «Yo soy un monarca constitucional, tan constitucional que ni siquiera tengo la iniciativa del indulto». Y añadió a continuación: «¿No habéis tenido vosotros en vuestra casa una cuestión Dreyfus? ¿Nos hemos mezclado nosotros con ella?».25

Semana Trágica

25 de julio de 1909 – en Barcelona (Cataluña) comienza la Semana Trágica.

Semana Trágica (España)

Semana Trágica

Guardias Civiles y arrestados, durante la Semana Trágica.

Se conoce con el nombre de Semana Trágica a los sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades deCataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, en ese momento muy inestable, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general.

Contexto histórico

España inicia el año 1909 con Alfonso XIII como monarca y con Antonio Maura, del Partido Conservador, al frente del gobierno desde el 25 de enero de 1907.

Políticamente, España, que no se había recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba, Puerto Rico, Islas Filipinas, Islas Marianas e Islas Carolinas, últimas colonias de ultramar, vive inmersa en un sistema político donde dos partidos, el Partido Conservador y el Partido Liberal, se turnan en el gobierno. La alternancia es organizada desde el poder mediante el reparto de escaños previo a las elecciones (conocido como encasillado), a través de una red de influencias denominada caciquismo que garantiza su cumplimiento y el pucherazo o adulteración de los resultados. En este sistema la monarquía ejerce un papel de arbitraje. El resto de los partidos políticos son marginados del poder y sólo consiguen representación en las zonas urbanas, donde el caciquismo es más débil y el control electoral por tanto es más difícil.

En Cataluña, sin embargo, tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 40 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Cataluña.

Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente enBarcelona, donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento deSolidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.

Desencadenante

Tras la pérdida de Cuba y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en laConferencia Internacional de Algeciras de 1906, el control sobre la zona norte de Marruecos.

Antonio Maura, presidente del gobierno durante los sucesos de la Semana Trágica

El 9 de julio de 1909 los obreros españoles que trabajaban en la construcción de un ferrocarril que uniría Melilla con las minas deBeni Bu Ifrur, propiedad de la Compañía del Norte Africano, de capital francés pero de nacionalidad española, y de la Compañía Española de Minas del Rif, una sociedad controlada por la familia del conde de Romanones y la Casa Güell emparentada con elmarqués de Comillas,1​ fueron atacados por las cabilas de la zona que se oponían a la penetración extranjera (cuatro obreros murieron). Este incidente, que constituirá el inicio de la Guerra de Melilla, será utilizado por el Gobierno de Maura para decretar el envío de las Brigadas Mixtas de Cataluña, Madrid y Campo de Gibraltar, además de otras unidades militares que complementarán a las Brigadas, con el objetivo de acabar con la rebelión rifeña y asegurar el control de la “zona de influencia” española en el norte de Marruecos.2​ En la orden de movilización se incluyó a los reservistas de los cupos de 1903 a 1907, medida muy mal acogida por las clases populares debido a que la legislación de reclutamiento vigente permitía quedar exento de la incorporación a filas o consiguiendo que fuera otra persona en su lugar a cambio de dinero, o mediante el pago de un canon de 6000 reales, cantidad que no estaba al alcance del pueblo (el sustento diario de un trabajador ascendía en la época aproximadamente a 10 reales). Además, la mayor parte de los reservistas eran padres de familia, en las que la única fuente de ingresos era el trabajo de estos.

A partir de la publicación del decreto de movilización el 10 de julio se sucedieron las protestas en contra de la guerra en forma de artículos en la prensa, de mítines y manifestaciones, que en muchas ocasiones fueron prohibidos por el gobierno, y en algunas localidades se vivieron momentos de tensión con motivo de la salida de las tropas (aunque en otras, como Cádiz o Málaga, se produjeron despedidas entusiásticas y “patrióticas”). En Madrid se produjeron incidentes en la estación de ferrocarril de Mediodía en la noche y la madrugada del 20 al 21 de julio cuando se procedió al embarque de la Brigada Mixta de Madrid al mando delgeneral Pintos. También los hubo en las estaciones de tren de Zaragoza y de Tudela.3​ El gobierno, ante la presión popular y de la prensa, acordó el 23 de julio conceder una pensión de 50 céntimos diarios a las esposas e hijos huérfanos de madre de los reservistas movilizados.4

El gobernador Evaristo Crespo Azorín entra en Barcelona el 6 de agosto de 1909, acompañado del general Santiago.

En Barcelona los embarques de tropas en el puerto comenzaron el día 11 de julio sin que se produjeran incidentes. Pero en la tarde del domingo 18 de julio cuando se procedía al embarque del batallón de Cazadores de Reus, integrado en la Brigada Mixta de Cataluña, la tensión estalló. Algunos soldados arrojaron al mar los escapularios y medallas que varias aristócratas barcelonesas les habían entregado antes de subir al vapor militar Cataluña, mientras hombres y mujeres gritaban desde los muelles:

¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!

La policía tuvo que hacer varios disparos al aire y detuvo a varias personas. Las protestas aumentaron en los días siguientes cuando llegaron noticias de que se habían producido gran número de bajas entre los soldados españoles enviados a Marruecos.5​ El jueves 22 de julio los diputados de Solidaridad Catalana se hacían eco del “sentimiento popular” y exigían al gobierno la “reunión inmediata de las Cortes” para debatir la cuestión de la guerra y las “condiciones en que se practica el reclutamiento de las tropas expedicionarias”.6​ El gobernador civil de Barcelona,Ángel Ossorio y Gallardo, prohibió la reunión de Solidaritat Obrera que iba a celebrar el sábado 24 de julio para confirmar la propuesta de ir a una huelga general, por lo que fue un Comité de Huelga clandestino, integrado por Antoni Fabra i Ribas (un socialista que intentó sin éxito que la movilización barcelonesa se pospusiera para que coincidiera con la huelga general que el PSOE y la UGT iban a convocar en toda España, y que finalmente tendría lugar el 2 de agosto con poco seguimiento, debido a las medidas represivas adoptadas por el gobierno que incluyeron la detención en Madrid el 28 de julio de Pablo Iglesias y el resto de la cúpula dirigente socialista),7​ José Rodríguez Romero (sindicalista) y Miguel V. Moreno (anarquista), el que fijó un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio,8​ el cual degenerará en la Semana Trágica.

Ángel Osorio declaró con posterioridad:

En Barcelona, la revolución no “se prepara”, por la sencilla razón de que está “preparada” siempre… Asoma a la calle todos los días; si no hay ambiente para su desarrollo, retrocede; si hay ambiente, cuaja. Hacía mucho tiempo que la revolución no disponía de aire respirable; encontró el de la protesta contra la campaña del Rif y respiró a sus anchas. El motín se fragua a la luz del día, a presencia de gobernadores y jueces. No hay que conspirar ni que confabularse. Para destruir en España a un pueblo, moral y materialmente, basta con la hábil utilización de la Ley de Imprenta, la de Asociación y la de Reuniones Públicas. Por eso sostengo que en los tristes sucesos de julio hay que distinguir dos cosas: la huelga general, “cosa preparada y cocida”, y el movimiento anárquico-revolucionario, de carácter político, “cosa que surgió sin preparación”.

A. Ossorio, Barcelona, julio, 1909, 13-159

Cronología

Lunes, 26 de julio

Barcelona se convirtió en La ciudad quemada durante la Semana Trágica.

Tranvía tirado durante la Semana Trágica.

En Barcelona la huelga se inició en los barrios periféricos, donde se encontraban la mayoría de las fábricas. Allí se quemaron las casetas donde se cobraban los odiados consumos. Después los obreros se trasladaron al centro de la ciudad donde se produjeron disturbios cuando intentaron detener por la fuerza los tranvías y obligaron a cerrar los comercios y los cafés. El Capitán General de Cataluña, Luis de Santiago, siguiendo las directrices del ministro de la Gobernación De la Cierva, proclamó el “estado de guerra”, a lo que se opuso el gobernador civil, Ángel Ossorio y Gallardo, que dimitió de su cargo (su sustituto, Evaristo Crespo Azorín, no llegará a Barcelona hasta el 6 de agosto). De Santiago decidió esperar a recibir refuerzos desde Valencia y Zaragoza para empezar a actuar y se limitó a proteger los principales edificios públicos. Por la tarde se generalizaron los disturbios, en los que murieron dos personas, cuando los huelguistas intentaron detener completamente la circulación de los tranvías. Además dos comisarías de policía fueron asaltadas. Barcelona quedó paralizada, sin gas y sin luz, sin periódicos, e incomunicada con el exterior por ferrocarril, por telégrafo o por teléfono. Una manifestación encabezada por mujeres y niños fue disuelta a tiros en el Paseo de Colón, frente al edificio de la Capitanía General. A partir de entonces la revuelta se transformó en insurrección. Sin embargo, ningún dirigente republicano, nilerrouxista ni del Centre Nacionalista Republicà, quiso asumir la dirección de la misma. A medianoche ardió el primer edificio religioso, el Patronato Obrero de San José, en Pueblo Nuevo, regentado por los hermanos maristas.10

La huelga y la revuelta se extendieron a muchas localidades catalanas, especialmente de las provincias de Barcelona y Gerona. En Sabadell, Mataró y Granollers tomó el carácter de una verdadera insurrección en la que se formaron juntas revolucionarias que proclamaron la República, se cortaron las líneas telegráficas y telefónicas y las vías de ferrocarril, se incendiaron edificios religiosos y se produjeron todo tipo de disturbios, siendo los de Sabadell los más graves (en el asalto al Ayuntamiento, algunas de cuyas dependencias fueron incendiadas, murieron ocho personas y veinte resultaron heridas, entre ciudadanos y fuerza pública).11​ Hubo incidentes en otras muchas poblaciones, aunque sólo se produjeron incendios de edificios religiosos en Badalona, Premià de Mar (donde también se proclamó la República), Manresa, y San Adrián del Besós (en las comarcas de Barcelona), yPalamós, Calonge y San Feliu de Guixols (en las de Gerona).12

Martes, 27 de julio

En Barcelona se levantaron cientos de barricadas y varias armerías fueron asaltadas para proveerse de pistolas y fusiles. La violencia se dirigió contra las iglesias y las propiedades eclesiásticas, especialmente los conventos, los colegios y los patronatos de las órdenes religiosas. En el espacio de pocas horas ardieron muchos edificios religiosos. En algunos casos los frailes y las monjas y los bienes fueron respetados, pero en la mayoría los incendiarios se lanzaron al saqueo y al pillaje y se quemaron muebles y enseres. El cura párroco de El Poblenou murió asfixiado en el sótano de su iglesia donde se había refugiado. También se profanaron los cementerios de algunos conventos. El punto culminante de la violencia anticlerical se produjo durante la «noche trágica» del martes al miércoles en la que ardieron veintitrés edificios en el centro de la ciudad y ocho conventos en la periferia, y muchos religiosos sufrieron insultos y escarnios, como una monja anciana que fue obligada a desnudarse para cerciorarse de que no ocultaba nada entre los hábitos.13​ En los incendios y en los disturbios tuvieron una participación muy destacada obreros y jóvenes militantes y dirigentes de segunda fila del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux (que en esos momentos estaba exiliado), una de cuyas señas de identidad era el violento anticlericalismo.14

Francisco Ferrer Guardia, acusado falsamente de instigador de las revueltas, sería ejecutado en octubre de 1909

La inicial protesta antibelicista se había transformado en protesta anticlerical con el incendio de iglesias, conventos y escuelas religiosas. La explosión de violencia anticlerical fue la culminación, según Javier Moreno Luzón, “de años de propaganda revolucionaria, en los cuales se había expandido una cultura popular que achacaba los males del país a la influencia de la Iglesia, tenida por hipócrita y siniestra. […] [Para los alborotadores] las órdenes religiosas no sólo servían a los poderosos, atesoraban grandes riquezas y hacían una competencia económica desleal a los trabajadores en sus talleres, sino que también infligían toda clase de torturas a sus miembros. De ahí su interés morboso por escrutar cadáveres y celdas de monjas. Trataban asimismo de acabar con la red de centros confesionales dedicados a la enseñanza y a la caridad, símbolos de un orden social odioso y destruidos con frecuencia por sus antiguos pupilos y beneficiados”.15

La llegada de noticias de Marruecos sobre el Desastre del Barranco del Lobo, donde perecieron de 200 a 300 reservistas, en su mayor parte del contingente que salió de Barcelona el día 18 de julio, avivó la insurrección.

Miércoles, 28 de julio

Barcelona amanece con numerosas columnas de humo procedentes de los edificios religiosos asaltados e incendiados. A lo largo del día continúa la violencia anticlerical y los tiroteos entre los insurgentes y las fuerzas de orden público. Los incidentes más graves se producen en el barrio de San Andrés de Palomar donde los rebeldes armados con fusiles capturaron a los guardias de las casetas de consumos y a miembros del Somatén, levantaron barricadas e incendiaron la iglesia parroquial. No obstante este día llegan los primeros refuerzos militares, provenientes de Zaragoza y de Valencia, a los que se les hizo creer que iban a reprimir un movimiento “separatista”.16

Del jueves, 29 de julio, al domingo, 1 de agosto

Empezando por la zona de las Ramblas y el puerto, unos 10 000 soldados fueron ocupando la ciudad de Barcelona, mientras la moral de los insurgentes iba cayendo a medida que eran conscientes de que la rebelión no estaba siendo secundada en el resto de España. Entre el viernes y el sábado la ciudad fue recuperando poco a poco la normalidad excepto en los barrios de San Andrés y de Horta, donde continuaron los tiroteos y donde se produjeron los últimos incendios y saqueos de conventos y de colegios religiosos. El domingo volvieron a publicarse los periódicos. El lunes 2 de agosto los obreros barceloneses, a los que la patronal les prometió que cobrarían el salario de la semana como si nada hubiera ocurrido, volvieron al trabajo. En otras localidades catalanas la completa normalidad no se recuperó hasta el jueves 5 de agosto.17

Represión

Manifestación durante la Semana Trágica, en la pancarta se puede leer: «Libertad, justicia» en alusión a los numerosos prisioneros

El balance de los disturbios de la ciudad de Barcelona supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (de estos, 80 eran edificios religiosos). El gobierno Maura, por medio de su ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel, inicia de inmediato, el 31 de julio, una represión durísima y arbitraria. Se detiene a varios millares de personas, de las que 2000 fueron procesadas, resultando 175 penas de destierro, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte. Además se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas.

Los cinco reos de muerte fueron Josep Miquel Baró, un nacionalista republicano ejecutado el 17 de agosto de 1909 en elcastillo de Montjuic, como los otros cuatro; Antonio Malet Pujol, un republicano lerrouxista, ejecutado el 13 de septiembre; Clemente García, el joven discapacitado mental que había bailado con el cadáver de una monja por las calles de Barcelona, ejecutado el 4 de octubre; Eugenio del Hoyo, un ex guardia civil y guardia de seguridad; y el más conocido de todos ellos Francisco Ferrer Guardia, pedagogo anarquista cofundador de la Escuela Moderna.18

Caso Ferrer

Ferrer Guardia detenido es conducido por la Guardia Civil a Montjuic.

En principio los sucesos de lo que sería conocida como la «Semana Trágica» y la dura represión posterior no tuvieron consecuencias políticas. Sin embargo la percepción del rey comenzó a cambiar en septiembre sobre todo como consecuencia de la campaña internacional de protesta por la condena a muerte en un consejo de guerra de Francisco Ferrer Guardia, acusado de ser el máximo responsable de los sucesos de la Semana Trágica, y que finalmente sería ejecutado el 13 de octubre, a pesar de las peticiones de conmutación de la pena, una posibilidad que el presidente del gobierno, el conservadorAntonio Maura, ni siquiera se planteó. La propia hija de Ferrer le envió una carta al rey Alfonso XIII pidiendo clemencia para su padre:19

Rey muy cristiano que para un pueblo caballeroso simboliza la generosidad y la omnipotencia, no rechazad la humilde y ardiente súplica de la hija de Ferrer. Oh Rey que, como Dios mismo, podéis disponer de la vida o de la muerte, disipad por un arranque de vuestro noble corazón la amargura de mi alma y escuchad la humilde y ardiente súplica.

Según Javier Tusell y Genoveva García Queipo de Llano la pruebas presentadas contra Ferrer “eran escasas y deficientes, en especial para considerarlo jefe de los anarquistas españoles”.20

Protesta en París por la ejecución de Francisco Ferrer Guardia (17 de octubre de 1909).

Según estos mismos historiadores, “durante meses la prensa mundial tuvo un motivo permanente de atención en las cosas de España, casi siempre para transmitir de ella una imagen de un país atrasado y bárbaro dominado por la Inquisición religiosa y por una Monarquía retrógrada. En París hubo banderas españolas con crespones negros o quemas de símbolos nacionales. En Suiza los manifestantes gritaban contra España y los curas. En Roma los protestatarios llegaron a entrevistarse con el presidente del Gobierno. También en Lisboa se produjeron actos parecidos y en Buenos Aires se lanzaron bombas contra el consulado español. Hubo mítines en Salónica, y en Génova los trabajadores de los muelles se negaron a descargar buques españoles. En Petrópolis, una ciudad de Brasil, se quemó una efigie del rey. En Gran Bretaña, las protestas por el asesinato de Ferrer fueron frecuentes… En todo el viejo continente los diplomáticos españoles no cesaron de enviar en sus comunicaciones juicios como los de que la protesta había alcanzadoinconcebibles e inexplicables proporciones“.21

Caída de Maura

El rey Alfonso XIII.

La protesta internacional por el «caso Ferrer», que apenas había tenido seguimiento en España,22​ fue aprovechada por elPartido Liberal para promover una campaña con los republicanos en contra del gobierno al grito de Maura, no. EL 20 de septiembre se incorporaba a este «Bloque de Izquierdas» antimaurista el PSOE.23

El 18 de octubre de 1909, sólo cinco días después de la ejecución de Ferrer, tuvo lugar un debate en el Congreso de Diputados en el que se produjo un duro enfrentamiento entre Maura y Moret. Este pidió la dimisión del gobierno y apeló al rey al afirmar que «alguien» debía hacer entender a los conservadores que debían irse. El día 20 fue el ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel el que atacó a Moret de forma muy violenta, llegando a decirle que su política, cuando estuvo al frente del gobierno, había conducido al atentado contra el rey del día de su boda, afirmación que se negó a retirar. El escándalo en las Cortes se hizo todavía mayor cuando Maura respaldó a Cierva dándole la mano. Al día siguiente el diario liberal El Imparcial declaró que la situación era «gravísima» porque los liberales habían sido acusados de «contactos siniestros con los anarquistas». El Diario Universal, propiedad del liberal conde de Romanones, afirmó que el gobierno no podía durar «ni un día más». El 22 de octubre Maura acudió a Palacio para plantear la continuidad de su gobierno al rey, pero cuando Maura le presentó la dimisión de forma protocolaria el rey la aceptó. Gabriel Maura Gamazocontó muchos años después la conmoción que provocó en su padre su destitución como presidente del gobierno. El rey nombró en su lugar a Moret. Por su parte el nuncio interpretó el cambio de gobierno como un «primer triunfo» de la «francmasonería internacional» contra España, la Monarquía y, sobre todo, la Iglesia.24

En unas declaraciones al diario francés Le Journal el rey Alfonso XIII lamentó la «interpretación tan falsa» que se había dado de los sucesos de Barcelona y se mostró especialmente dolido con la imagen que se había proyectado de España. «De dar oídos a ciertos franceses, parecería que éramos un país de salvajes», afirmó. Sobre el caso Ferrer dijo: «Yo soy un monarca constitucional, tan constitucional que ni siquiera tengo la iniciativa del indulto». Y añadió a continuación: «¿No habéis tenido vosotros en vuestra casa una cuestión Dreyfus? ¿Nos hemos mezclado nosotros con ella?».25

Veinte familias podrán recuperar los restos de sus familiares represaliados en Almagro, tras más de una década de investigación

Éxito total en la exhumación de la fosa común extramuros en la localidad ciudadrealeña

Un total de 26 represaliados son los que se han podido localizar tras cinco semanas de exhumación de una de las fosas comunes de Almagro, en un trabajo conjunto entre el Laboratorio de Antropología Forense de la Universidad Complutense de Madrid y el equipo de Mapas de Memoria, el proyecto del Centro Internacional de Estudios de Memoria Social y Derechos Humanos de la UNED con el apoyo de la Diputación de Ciudad Real. Es el total de los que se buscaban en este proyecto financiado gracias a las subvenciones del Ministerio de Presidencia. «Las conclusiones son muy buenas», asegura María Benito, que ha coordinado el equipo de Antropología Forense.

Al localizar todos los cuerpos que se buscaban, ahora comienza una nueva etapa, en la que se procederá a la identificación de los cuerpos, ya que algunos estaban «mezclados» y todavía deben ser individualizados para asignarles una identidad y poder entregarlos a las familias. El carácter indiscutiblemente mediático de la exhumación, que ha llegado a tener una gran relevancia nacional, ha ayudado en la tarea de localizar familias. Desde Mapas de Memoria celebran el triunfo que supone haber pasado de tener sólo dos familias localizadas, a contar con el apoyo de más de una veintena.

«Esta mañana me contactaba otro familiar al despacho de la Universidad que no estaba localizado y que se habían interesado en la exhumación. Todo esto nos permitirá trabajar en la identificación de los restos óseos que hemos encontrado», reflexiona Benito. En cuanto al trabajo técnico de la exhumación, Benito explica que al ir excavando se dieron cuenta que había tumbas excavadas directamente en la roca madre. «Esto también ha permitido que el estado de conservación de los restos haya sido muy bueno, hemos encontrado también materiales y tejidos asociados a los individuos», explica. Una veintena de personas de la Universidad Complutense de Madrid ha estado trabajando en estas labores.

Alfonso Villalta, miembro del equipo de Mapas de Memoria, recuerda que el trabajo de investigación de la represión en toda la provincia de Ciudad Real comenzó hace ya más de diez años, y que sin esta parte «menos atractiva» de la búsqueda de la memoria histórica logros como el de la exhumación de Almagro no sería posible. Se refiere a las largas jornadas en los distintos archivos buscando los nombres de las víctimas de la represión vivida durante la posguerra y el franquismo. «Recordemos que esto se ha realizado para todas las fosas, incluyendo la de Manzanares que ha exhumado ahora la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica», recalca.

«Ha sido un necesario un trabajo previo, de largo recorrido para poder realizar estas exhumaciones con garantía de éxito. Aunque hasta que no se abre la fosa no se puede saber lo que se encontrará, pero para llegar a este punto se necesita mucha información, un trabajo amplio y muy minucioso, que es lo que ha llevado a cabo Mapas de Memoria», insiste Villalta. No se trata de algo «casual», sino de la unión de muchos factores de personas que quieren dignificar la memoria democrática de estas zonas.

Setenta fueron las personas asesinadas en Almagro. Sólo se ha intervenido, esta vez, en la fosa de extramuros, en la que fueron arrojados 28 cuerpos, de los que se ha exhumado ahora 26, puesto que dos ya habían sido retirados. «Ha sido una intensa labor de búsqueda de familiares, acompañando y colaborando con el Laboratorio de Antropología Forense, que ha estado trabajando, digamos, fosa abajo, mientras nosotros lo hacíamos fosa arriba».

Frágil reconstrucción de la memoria

La búsqueda de familiares es esencial, primero por motivos técnico-científicos, para realizar las pruebas de ADN, pero también para poner «rostro a las siluetas que no conocíamos mucho más allá de los datos con los que contábamos». El rostro de hijos, hijas, nietas y nietos que ya no vivían siquiera en el pueblo donde sus familiares fueron fusilados o asesinados. «Hemos intentado llevar a cabo esta metáfora que es buscar y ponerle rostro y dar voz a las personas asesinadas», afirma Villalta.

Por eso, ha agradecido el papel que han cumplido los medios que han difundido la labor, pues han servido para encontrar más familiares. Pero no sólo eso, sino que los investigadores han acudido a dar charlas pedagógicas a centros educativos para poder lograr mayor repercusión de su trabajo. «Los alumnos han venido a ver la fosa y a entender que esto también es parte de su historia», reflexiona el investigador.

«Debemos pensar en todo lo que significa esto, en reconstruir ramificaciones familiares que se han ido perdiendo, no porque la hija no piense en el padre, sino porque la hija se ha tenido que ir lejos y con ella, todos los recuerdos. Esto es lo que estamos reconstruyendo, tirando del hilo frágil de la memoria, y por eso es tan importante que los familiares se den cita y que están emocionadísimos por ello», afirma. Este martes 8 de junio, en la Universidad Popular de Almagro, se llevará a cabo un acto de clausura y homenaje de la fosa común y las personas que se han podido rescatar de la misma, aunque sea más de ocho décadas después.

Las ‘malas mujeres’ para el franquismo: un estudio documenta al menos 800 represaliadas en Córdoba tras la Guerra Civil