HOY HACE 77 AÑOS ENTRABAN A LIBERAR PARÍS LOS REPUBLICANOS ESPAÑOLES EN LA NOVENA COMPAÑÍA DE LA DIVISIÓN LECLERC, LA NUEVE

 

Hoy hace 77 años, entraban en París las primeras fuerzas aliadas, eran republicanos españoles que venían luchando contra el fascismo desde 1936 en España, fueron los primeros en liberar París de las garras del nazismo con los vehículos semioruga llamados Teruel, Madrid, Santander, Brunete.. Honor y Gloria para la novena compañía de la división Leclerc «La Nueve», la «compañía de los españoles»

 

EN SEVILLA EL 26 DE JULIO DE1875, HACE ANTONIO MACHADO REQUIEM PARA EL POETA Y LUCHADOR REPUBLICANO

 

La humildad y sencillez de la poesía de Machado, cuyos versos, aún poseyendo una gran belleza lírica, son célebres por lo directo de su mensaje, no dejando nunca que el continente fagocite al contenido.

Hasta el final de sus días, Antonio Machado fue poeta y luchador

Aunque ahora se cumplen 82 años de la muerte de uno de los poetas más importantes de las letras españolas y las celebraciones y conmemoraciones de sus versos le volverán al plano de la actualidad, Antonio Machado y su obra nunca han sido antiguos, y menos ahora cuando, al menos según la mayoría de los medios de comunicación, parece que el mito de las dos Españas amenaza con volver a hacerse una realidad. Afortunadamente ahora son otros tiempos y la vida se ve de otra manera, y aunque fruto de tiempos más complicados para nuestro país, los versos de Machado son siempre disfrutables y lo serán, de seguro, en los años venideros.

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Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

26 de julio de 1947 – en España, el dictador Francisco Franco sanciona la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado

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Leyes Fundamentales del Reino
(1938–1977)
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado
Entrada en vigor: 26 de julio de 1947
Reforma:
Derogación: Con la Constitución de 1978

La Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) fue la quinta Ley fundamental aprobada de las ochoLeyes Fundamentales que organizaban los poderes del Estado durante el franquismo. Establecía la constitución de España nuevamente en Reino (tras 16 años) y la sucesión de Francisco Franco como jefe del Estado español, al disponer que el sucesor sería propuesto por el propio Franco a título de Rey o de Regente del Reino, pero que tendría que ser aprobado por las Cortes españolas.

El proyecto de esta Ley fue remitido por el Gobierno a las Cortes el 28 de marzo de 1947. Tuvo un proceso de elaboración corto y fue aprobada por las Cortes Españolas en su sesión de 7 de junio de 1947 y sometida areferéndum que se celebró el 6 de julio de 1947, entrando en vigor el 26 de julio de 1947.

Contenido legal

El objeto fundamental y clave de la Ley era:12

  1. Constituir España en Reino y en un estado católico (Artículo 1: “España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino”).
  2. Convertir en vitalicia la jefatura del Estado en la persona de Franco (artículo 2: “La Jefatura del Estado corresponde al Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, don Francisco Franco Bahamonde.”) .
  3. Creación del Consejo del Reino (Artículo 4).
  4. Establecer la prerrogativa del Jefe del Estado para que propusiese a las Cortes, en cualquier momento, la persona que debía ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente y su posible revocación. (Artículo 6: “En cualquier momento el Jefe del Estado podrá proponer a las Cortes la persona que estime deba ser llamada en su día a sucederle, a título de Rey o de Regente, con las condiciones exigidas por esta Ley, y podrá, asimismo, someter a la aprobación de aquéllas la revocación de la que hubiere propuesto, aunque ya hubiese sido aceptada por las Cortes.”).
  5. La Ley definía y enumeraba por primera vez el cuerpo de las “Leyes Fundamentales del Reino” que se convertían en un sucedáneo de Constitución rígida, cuya derogación exigía el acuerdo de las Cortes y la celebración del referéndum nacional instaurado dos años antes (artículo 10).

Antecedentes políticos

Juan de Borbón, hijo del rey Alfonso XIII y heredero del Reino de España, publicó el 19 de marzo de 1945 el Manifiesto de Lausana (Suiza), en el que se criticaba duramente la dictadura franquista y se ofrecía al pueblo español la posibilidad de restaurar una Monarquía de carácter no muy definido; presentaba, como alternativa moderada al régimen, una monarquía constitucional. Rechazaba el régimen franquista, inspirado en los sistemas totalitarios alemanes e italianos, por haber fallado. También prometía una serie de prioridades en caso de la vuelta a la monarquía: aprobación de una constitución, reconocimiento de los derechos humanos, garantía de libertades políticas, establecimiento de una asamblea legislativa democrática, reconocimiento de la diversidad regional, amnistía a los presos políticos y una más justa distribución de la riqueza. A raíz de esto, Franco duda del legítimo heredero de la Dinastia Borbónica como posible sucesor.345

La decisión previa

El 31 de marzo de 1947 el entonces subsecretario de Presidencia Luis Carrero Blanco, enviado de Francisco Franco y redactor de la Ley de Sucesión, informa a Juan de Borbón de que con la aprobación de la Ley de Sucesión sería Franco quien nombraría al monarca del reino «cuando lo considere conveniente». También le comunica a Juan de Borbón —heredero del trono— que podría «ser Rey de España, pero de la España del Movimiento Nacional, católica, anticomunista y antiliberal».

El manifiesto de Estoril

El 7 de abril de 1947 Juan de Borbón, el padre de Juan Carlos, que era por derecho el heredero de la corona de España en ese momento, hizo público un manifiesto en el que denunciaba la ilegalidad de la Ley de Sucesión, porque se proponía alterar la naturaleza de la monarquía sin consultar con el heredero del trono.

Escudo de Armas de Juan de Borbón con Toisón y Orden de Carlos III león gules.svg

Primer Manifiesto de Estoril de Don Juan, 7 de abril de 1947

Españoles:

El General Franco ha anunciado públicamente su propósito de presentar a las llamadas Cortes un proyecto de Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, por el cual España queda constituida en Reino, y se prevé un sistema por completo opuesto al de las Leyes que históricamente han regulado la sucesión a la Corona.

En momentos tan críticos para la estabilidad política de la Patria, no puedo dejar de dirigirme a vosotros, como legítimo Representante que soy de vuestra Monarquía, para fijar mi actitud ante tan grave intento.

Los principios que rigen la sucesión de la Corona, y que son uno de los elementos básicos de la legalidad en que la Monarquía Tradicional se asienta, no pueden ser modificados sin la actuación conjunta del Rey y de la Nación legítimamente representada en Cortes. Lo que ahora se quiere hacer carece de ambos concursos esenciales, pues ni el titular de la Corona interviene ni puede decirse que encarne la voluntad de la Nación el organismo que, con el nombre de Cortes, no pasa de ser una mera creación gubernativa. La Ley de Sucesión que naciera en condiciones tales adolecería de un vicio sustancial de nulidad.

Tanto o más grave es la cuestión de fondo que el citado proyecto plantea. Sin tener en cuenta la necesidad apremiante que España siente de contar con instituciones estables, sin querer advertir que lo que el país desea es salir cuanto antes de una interinidad cada día más peligrosa, sin comprender que la hostilidad de que la Patria se ve rodeada en el mundo nace en máxima parte de la presencia del General Franco en la Jefatura del Estado, lo que ahora se pretende es pura y simplemente convertir en vitalicia esa dictadura personal, convalidar unos títulos, según parece hasta ahora precarios, y disfrazar con el manto glorioso de la Monarquía un régimen de puro arbitrio gubernamental, la necesidad de la cual hace ya mucho tiempo que no existe.

Mañana la Historia, hoy los españoles, no me perdonarían si permaneciese silencioso ante el ataque que se pretende perpetrar contra la esencia misma de la Institución monárquica hereditaria, que es, en frase de nuestro Balmes, una de las conquistas más grandes y más felices de la ciencia política.

La Monarquía hereditaria es, por su propia naturaleza, un elemento básico de estabilidad, merced a la permanencia institucional que triunfa de la caducidad de las personas, y gracias a la fijeza y claridad de los principios sucesorios, que eliminan los motivos de discordia, y hacen posible el choque de los apetitos y las banderías.

Todas esas supremas ventajas desaparecen en el proyecto sucesorio, que cambia la fijeza en imprecisión, que abre la puerta a todas las contiendas intestinas, y que prescinde de la continuidad hereditaria, para volver, con lamentable espíritu de regresión, a una de esas imperfectas fórmulas de caudillaje electivo, en que se debatieron trágicamente los pueblos en los albores de su vida política.

Los momentos son demasiado graves para que España vaya a añadir una nueva ficción constitucional a las que hoy integran el conjunto de disposiciones que se quieren hacer pasar por leyes orgánicas de la Nación, y que además, nunca han tenido efectividad práctica.

Frente a ese intento, yo tengo el deber inexcusable de hacer una pública y solemne afirmación del supremo principio de legitimidad que encarno, de los imprescriptibles derechos de soberanía que la Providencia de Dios ha querido que vinieran a confluir en mi persona, y que no puedo en conciencia abandonar porque nacen de muchos siglos de Historia, y están directamente ligados con el presente y el porvenir de nuestra España.

Por lo mismo que he puesto mi suprema ilusión en ser el Rey de todos los españoles que quieran de buena fe acatar un Estado de Derecho inspirado en los principios esenciales de la vida de la Nación y que obligue por igual a gobernantes y gobernados, he estado y estoy dispuesto a facilitar todo lo que permita asegurar la normal e incondicional transmisión de poderes. Lo que no se me puede pedir es que dé mi asentimiento a actos que supongan el incumplimiento del sagrado deber de custodia de derechos que no son solo de la Corona, sino que forman parte del acervo espiritual de la Patria.

Con fe ciega en los grandes destinos de nuestra España querida, sabéis que podéis contar siempre con vuestro Rey.

JUAN

Estoril, 7 de abril de 1947

Referéndum[editar]

El 6 de julio de 1947 se celebró un «referéndum» sobre la Ley, en el que según los resultados oficiales, el censo electoral fue de 16.187.992 electores, votaron 14.454.426, de los que lo hicieron afirmativamente 12.628.983 (89,86% de los votantes) y negativamente 643.501.6

La decisión definitiva[editar]

Desde el 18 de julio de 1947, por la Ley de Sucesión, Franco actuaría como el Jefe del Estado del recién proclamado reino de España, cuyo trono estaba vacante y así habría de permanecer al menos hasta que se produjera lo que luego se dio en llamar el “hecho sucesorio”, como eufemismo por la muerte del dictador. Para el ministro Arrese esta ley representaba un obstáculo en el camino a recorrer y no una etapa del camino recorrido. Con otras palabras:

“… Sin embargo, había que contar con ella, en primer lugar porque la estabilidad de los pueblos depende muchas veces de la venerable ancianidad de sus leyes; en segundo lugar, porque lo peor que tenía la ley, no era la ley en sí misma, sino la alteración que producía en el orden y en la jerarquía de las cosas a perfilar; y en tercer lugar, porque esta ley, probablemente porque se quiso convencer al extranjero de lo inútil de su esfuerzo iconoclasta, fue sometida areferéndum y avalada por la inmensa mayoría de los españoles…”7

El 25 de agosto de 1948, Franco concertó una entrevista con Juan de Borbón, en su yate de vacaciones el Azor, en el golfo de Vizcaya. Allí acordaron que el hijo de diez años de Juan de Borbón, Juan Carlos, nacido y con residencia en Roma, cambiaría de residencia y completaría su educación en España, junto con su hermano Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, bajo la promesa de «que el periódico monarquista ABC podría informar libremente y que se levantarían las restricciones de las actividades monárquicas».

El 9 de noviembre de 1948 Juan Carlos fue recibido por Franco en su residencia de El Pardo, donde le informó de que su educación estaría a cargo de un grupo de profesores de firme lealtad al Movimiento.

Como revelan los documentos desclasificados por el Departamento de Estado de EE.UU., a causa de un accidente que se produjo el 24 de diciembre de 1961, durante una cacería en los bosques de El Pardo, por aquel entonces la residencia del Generalísimo, Franco comienza a plantearse la elección sobre su sucesión. Un informe de la Corte griega al embajador de EE.UU. en Grecia indica: «a raíz de un accidente de caza» nos informan que «está planificando presentar la cuestión de la sucesión real ante las Cortes en febrero. No ha divulgado si recomendará al conde de Barcelona o al hijo de éste, Juan Carlos»; conforme a lo indicado por el embajador español Luca de Tena.

El 22 de julio de 1969 Franco designa a Juan Carlos de Borbón (saltándose el orden sucesorio natural que correspondía a su padre Juan de Borbón amparándose en la ley de sucesión según la cual sería Franco quien nombraría al monarca del reino) como su sucesor a la Jefatura del Estado, con el título de «Príncipe de España». Así es proclamado por las Cortes como sucesor de Franco el 22 de julio de 1969 cuando Juan Carlos jura: «fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino».

Consecuencias[editar]

Durante la dictadura, el príncipe de España, Juan Carlos I, accedió brevemente (19 de julio a 2 de septiembre de 1974) a la jefatura del régimen dictatorial debido a la frágil salud de Franco a causa del parkinson.

Finalmente, Franco falleció el 20 de noviembre de 1975 y Juan Carlos de Borbón, fue proclamado jefe de Estado y coronado como rey de España el 22 de noviembre de 1975 en el Palacio de las Cortes, pasando a denominarse Juan Carlos I saltándose el orden sucesorio natural (que correspondía a su padre Juan de Borbón). Como resultado, las reformas políticas transformaron el aparato franquista en un sistema democrático cuya forma política de gobierno es la monarquía parlamentaria, con un jefe de Estado que se supedita a la constitución y en donde sus actos han de ser refrendados (el rey reina pero no gobierna),89​ y un parlamento electo por el pueblo en donde recae el poder legislativo.

No sería hasta el 14 de mayo de 1977 cuando Juan de Borbón renunciase oficialmente a todos sus derechos dinásticos (los cuales le habían sido negados por la ley de sucesión creada por Franco) en favor de su hijo, estableciéndose entonces una monarquía juancarlista. La ley de sucesión fue derogada el 29 de diciembrede 1978, más de año y medio después de la abdicación del conde de Barcelona.

25 de julio de 1909 – en Barcelona (Cataluña) comienza la Semana Trágica.

25 de julio de 1909 – en Barcelona (Cataluña) comienza la Semana Trágica.

Semana Trágica (España)

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Guardias Civiles y arrestados, durante la Semana Trágica.

Se conoce con el nombre de Semana Trágica a los sucesos acaecidos en Barcelona y otras ciudades deCataluña entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909. El desencadenante de estos violentos acontecimientos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de reserva a las posesiones españolas en Marruecos, en ese momento muy inestable, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general.

Contexto histórico

España inicia el año 1909 con Alfonso XIII como monarca y con Antonio Maura, del Partido Conservador, al frente del gobierno desde el 25 de enero de 1907.

Políticamente, España, que no se había recuperado del varapalo moral que supuso la pérdida, en 1898, de Cuba, Puerto Rico, Islas Filipinas, Islas Marianas e Islas Carolinas, últimas colonias de ultramar, vive inmersa en un sistema político donde dos partidos, el Partido Conservador y el Partido Liberal, se turnan en el gobierno. La alternancia es organizada desde el poder mediante el reparto de escaños previo a las elecciones (conocido como encasillado), a través de una red de influencias denominada caciquismo que garantiza su cumplimiento y el pucherazo o adulteración de los resultados. En este sistema la monarquía ejerce un papel de arbitraje. El resto de los partidos políticos son marginados del poder y sólo consiguen representación en las zonas urbanas, donde el caciquismo es más débil y el control electoral por tanto es más difícil.

En Cataluña, sin embargo, tras la Ley de Jurisdicciones de 1906, se forma bajo el nombre de Solidaridad Catalana una alianza electoral integrada por la Lliga Regionalista, el carlismo y ciertas agrupaciones republicanas que logran una victoria aplastante en las elecciones de 1907, obteniendo 40 de los 44 diputados posibles y desplazando a los partidos dinásticos del poder en Cataluña.

Socialmente, los obreros españoles comienzan a tomar conciencia sindical y empieza a surgir el movimiento obrero en las zonas industriales y especialmente enBarcelona, donde surge Solidaridad Obrera, una confederación sindical de socialistas, anarquistas y republicanos que nació como rechazo al acercamiento deSolidaridad Catalana al Partido Conservador de Maura.

Desencadenante

Tras la pérdida de Cuba y las Filipinas, España buscó una mayor presencia en el norte de África, logrando en el reparto colonial efectuado en 1904 y en laConferencia Internacional de Algeciras de 1906, el control sobre la zona norte de Marruecos.

Antonio Maura, presidente del gobierno durante los sucesos de la Semana Trágica

El 9 de julio de 1909 los obreros españoles que trabajaban en la construcción de un ferrocarril que uniría Melilla con las minas deBeni Bu Ifrur, propiedad de la Compañía del Norte Africano, de capital francés pero de nacionalidad española, y de la Compañía Española de Minas del Rif, una sociedad controlada por la familia del conde de Romanones y la Casa Güell emparentada con elmarqués de Comillas,1​ fueron atacados por las cabilas de la zona que se oponían a la penetración extranjera (cuatro obreros murieron). Este incidente, que constituirá el inicio de la Guerra de Melilla, será utilizado por el Gobierno de Maura para decretar el envío de las Brigadas Mixtas de Cataluña, Madrid y Campo de Gibraltar, además de otras unidades militares que complementarán a las Brigadas, con el objetivo de acabar con la rebelión rifeña y asegurar el control de la “zona de influencia” española en el norte de Marruecos.2​ En la orden de movilización se incluyó a los reservistas de los cupos de 1903 a 1907, medida muy mal acogida por las clases populares debido a que la legislación de reclutamiento vigente permitía quedar exento de la incorporación a filas o consiguiendo que fuera otra persona en su lugar a cambio de dinero, o mediante el pago de un canon de 6000 reales, cantidad que no estaba al alcance del pueblo (el sustento diario de un trabajador ascendía en la época aproximadamente a 10 reales). Además, la mayor parte de los reservistas eran padres de familia, en las que la única fuente de ingresos era el trabajo de estos.

A partir de la publicación del decreto de movilización el 10 de julio se sucedieron las protestas en contra de la guerra en forma de artículos en la prensa, de mítines y manifestaciones, que en muchas ocasiones fueron prohibidos por el gobierno, y en algunas localidades se vivieron momentos de tensión con motivo de la salida de las tropas (aunque en otras, como Cádiz o Málaga, se produjeron despedidas entusiásticas y “patrióticas”). En Madrid se produjeron incidentes en la estación de ferrocarril de Mediodía en la noche y la madrugada del 20 al 21 de julio cuando se procedió al embarque de la Brigada Mixta de Madrid al mando delgeneral Pintos. También los hubo en las estaciones de tren de Zaragoza y de Tudela.3​ El gobierno, ante la presión popular y de la prensa, acordó el 23 de julio conceder una pensión de 50 céntimos diarios a las esposas e hijos huérfanos de madre de los reservistas movilizados.4

El gobernador Evaristo Crespo Azorín entra en Barcelona el 6 de agosto de 1909, acompañado del general Santiago.

En Barcelona los embarques de tropas en el puerto comenzaron el día 11 de julio sin que se produjeran incidentes. Pero en la tarde del domingo 18 de julio cuando se procedía al embarque del batallón de Cazadores de Reus, integrado en la Brigada Mixta de Cataluña, la tensión estalló. Algunos soldados arrojaron al mar los escapularios y medallas que varias aristócratas barcelonesas les habían entregado antes de subir al vapor militar Cataluña, mientras hombres y mujeres gritaban desde los muelles:

¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!

La policía tuvo que hacer varios disparos al aire y detuvo a varias personas. Las protestas aumentaron en los días siguientes cuando llegaron noticias de que se habían producido gran número de bajas entre los soldados españoles enviados a Marruecos.5​ El jueves 22 de julio los diputados de Solidaridad Catalana se hacían eco del “sentimiento popular” y exigían al gobierno la “reunión inmediata de las Cortes” para debatir la cuestión de la guerra y las “condiciones en que se practica el reclutamiento de las tropas expedicionarias”.6​ El gobernador civil de Barcelona,Ángel Ossorio y Gallardo, prohibió la reunión de Solidaritat Obrera que iba a celebrar el sábado 24 de julio para confirmar la propuesta de ir a una huelga general, por lo que fue un Comité de Huelga clandestino, integrado por Antoni Fabra i Ribas (un socialista que intentó sin éxito que la movilización barcelonesa se pospusiera para que coincidiera con la huelga general que el PSOE y la UGT iban a convocar en toda España, y que finalmente tendría lugar el 2 de agosto con poco seguimiento, debido a las medidas represivas adoptadas por el gobierno que incluyeron la detención en Madrid el 28 de julio de Pablo Iglesias y el resto de la cúpula dirigente socialista),7​ José Rodríguez Romero (sindicalista) y Miguel V. Moreno (anarquista), el que fijó un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio,8​ el cual degenerará en la Semana Trágica.

Ángel Osorio declaró con posterioridad:

En Barcelona, la revolución no “se prepara”, por la sencilla razón de que está “preparada” siempre… Asoma a la calle todos los días; si no hay ambiente para su desarrollo, retrocede; si hay ambiente, cuaja. Hacía mucho tiempo que la revolución no disponía de aire respirable; encontró el de la protesta contra la campaña del Rif y respiró a sus anchas. El motín se fragua a la luz del día, a presencia de gobernadores y jueces. No hay que conspirar ni que confabularse. Para destruir en España a un pueblo, moral y materialmente, basta con la hábil utilización de la Ley de Imprenta, la de Asociación y la de Reuniones Públicas. Por eso sostengo que en los tristes sucesos de julio hay que distinguir dos cosas: la huelga general, “cosa preparada y cocida”, y el movimiento anárquico-revolucionario, de carácter político, “cosa que surgió sin preparación”.

A. Ossorio, Barcelona, julio, 1909, 13-159

Cronología

Lunes, 26 de julio

Barcelona se convirtió en La ciudad quemada durante la Semana Trágica.

Tranvía tirado durante la Semana Trágica.

En Barcelona la huelga se inició en los barrios periféricos, donde se encontraban la mayoría de las fábricas. Allí se quemaron las casetas donde se cobraban los odiados consumos. Después los obreros se trasladaron al centro de la ciudad donde se produjeron disturbios cuando intentaron detener por la fuerza los tranvías y obligaron a cerrar los comercios y los cafés. El Capitán General de Cataluña, Luis de Santiago, siguiendo las directrices del ministro de la Gobernación De la Cierva, proclamó el “estado de guerra”, a lo que se opuso el gobernador civil, Ángel Ossorio y Gallardo, que dimitió de su cargo (su sustituto, Evaristo Crespo Azorín, no llegará a Barcelona hasta el 6 de agosto). De Santiago decidió esperar a recibir refuerzos desde Valencia y Zaragoza para empezar a actuar y se limitó a proteger los principales edificios públicos. Por la tarde se generalizaron los disturbios, en los que murieron dos personas, cuando los huelguistas intentaron detener completamente la circulación de los tranvías. Además dos comisarías de policía fueron asaltadas. Barcelona quedó paralizada, sin gas y sin luz, sin periódicos, e incomunicada con el exterior por ferrocarril, por telégrafo o por teléfono. Una manifestación encabezada por mujeres y niños fue disuelta a tiros en el Paseo de Colón, frente al edificio de la Capitanía General. A partir de entonces la revuelta se transformó en insurrección. Sin embargo, ningún dirigente republicano, nilerrouxista ni del Centre Nacionalista Republicà, quiso asumir la dirección de la misma. A medianoche ardió el primer edificio religioso, el Patronato Obrero de San José, en Pueblo Nuevo, regentado por los hermanos maristas.10

La huelga y la revuelta se extendieron a muchas localidades catalanas, especialmente de las provincias de Barcelona y Gerona. En Sabadell, Mataró y Granollers tomó el carácter de una verdadera insurrección en la que se formaron juntas revolucionarias que proclamaron la República, se cortaron las líneas telegráficas y telefónicas y las vías de ferrocarril, se incendiaron edificios religiosos y se produjeron todo tipo de disturbios, siendo los de Sabadell los más graves (en el asalto al Ayuntamiento, algunas de cuyas dependencias fueron incendiadas, murieron ocho personas y veinte resultaron heridas, entre ciudadanos y fuerza pública).11​ Hubo incidentes en otras muchas poblaciones, aunque sólo se produjeron incendios de edificios religiosos en Badalona, Premià de Mar (donde también se proclamó la República), Manresa, y San Adrián del Besós (en las comarcas de Barcelona), yPalamós, Calonge y San Feliu de Guixols (en las de Gerona).12

Martes, 27 de julio

En Barcelona se levantaron cientos de barricadas y varias armerías fueron asaltadas para proveerse de pistolas y fusiles. La violencia se dirigió contra las iglesias y las propiedades eclesiásticas, especialmente los conventos, los colegios y los patronatos de las órdenes religiosas. En el espacio de pocas horas ardieron muchos edificios religiosos. En algunos casos los frailes y las monjas y los bienes fueron respetados, pero en la mayoría los incendiarios se lanzaron al saqueo y al pillaje y se quemaron muebles y enseres. El cura párroco de El Poblenou murió asfixiado en el sótano de su iglesia donde se había refugiado. También se profanaron los cementerios de algunos conventos. El punto culminante de la violencia anticlerical se produjo durante la «noche trágica» del martes al miércoles en la que ardieron veintitrés edificios en el centro de la ciudad y ocho conventos en la periferia, y muchos religiosos sufrieron insultos y escarnios, como una monja anciana que fue obligada a desnudarse para cerciorarse de que no ocultaba nada entre los hábitos.13​ En los incendios y en los disturbios tuvieron una participación muy destacada obreros y jóvenes militantes y dirigentes de segunda fila del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux (que en esos momentos estaba exiliado), una de cuyas señas de identidad era el violento anticlericalismo.14

Francisco Ferrer Guardia, acusado falsamente de instigador de las revueltas, sería ejecutado en octubre de 1909

La inicial protesta antibelicista se había transformado en protesta anticlerical con el incendio de iglesias, conventos y escuelas religiosas. La explosión de violencia anticlerical fue la culminación, según Javier Moreno Luzón, “de años de propaganda revolucionaria, en los cuales se había expandido una cultura popular que achacaba los males del país a la influencia de la Iglesia, tenida por hipócrita y siniestra. […] [Para los alborotadores] las órdenes religiosas no sólo servían a los poderosos, atesoraban grandes riquezas y hacían una competencia económica desleal a los trabajadores en sus talleres, sino que también infligían toda clase de torturas a sus miembros. De ahí su interés morboso por escrutar cadáveres y celdas de monjas. Trataban asimismo de acabar con la red de centros confesionales dedicados a la enseñanza y a la caridad, símbolos de un orden social odioso y destruidos con frecuencia por sus antiguos pupilos y beneficiados”.15

La llegada de noticias de Marruecos sobre el Desastre del Barranco del Lobo, donde perecieron de 200 a 300 reservistas, en su mayor parte del contingente que salió de Barcelona el día 18 de julio, avivó la insurrección.

Miércoles, 28 de julio

Barcelona amanece con numerosas columnas de humo procedentes de los edificios religiosos asaltados e incendiados. A lo largo del día continúa la violencia anticlerical y los tiroteos entre los insurgentes y las fuerzas de orden público. Los incidentes más graves se producen en el barrio de San Andrés de Palomar donde los rebeldes armados con fusiles capturaron a los guardias de las casetas de consumos y a miembros del Somatén, levantaron barricadas e incendiaron la iglesia parroquial. No obstante este día llegan los primeros refuerzos militares, provenientes de Zaragoza y de Valencia, a los que se les hizo creer que iban a reprimir un movimiento “separatista”.16

Del jueves, 29 de julio, al domingo, 1 de agosto

Empezando por la zona de las Ramblas y el puerto, unos 10 000 soldados fueron ocupando la ciudad de Barcelona, mientras la moral de los insurgentes iba cayendo a medida que eran conscientes de que la rebelión no estaba siendo secundada en el resto de España. Entre el viernes y el sábado la ciudad fue recuperando poco a poco la normalidad excepto en los barrios de San Andrés y de Horta, donde continuaron los tiroteos y donde se produjeron los últimos incendios y saqueos de conventos y de colegios religiosos. El domingo volvieron a publicarse los periódicos. El lunes 2 de agosto los obreros barceloneses, a los que la patronal les prometió que cobrarían el salario de la semana como si nada hubiera ocurrido, volvieron al trabajo. En otras localidades catalanas la completa normalidad no se recuperó hasta el jueves 5 de agosto.17

Represión

Manifestación durante la Semana Trágica, en la pancarta se puede leer: «Libertad, justicia» en alusión a los numerosos prisioneros

El balance de los disturbios de la ciudad de Barcelona supone un total de 78 muertos (75 civiles y 3 militares); medio millar de heridos y 112 edificios incendiados (de estos, 80 eran edificios religiosos). El gobierno Maura, por medio de su ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel, inicia de inmediato, el 31 de julio, una represión durísima y arbitraria. Se detiene a varios millares de personas, de las que 2000 fueron procesadas, resultando 175 penas de destierro, 59 cadenas perpetuas y 5 condenas a muerte. Además se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas.

Los cinco reos de muerte fueron Josep Miquel Baró, un nacionalista republicano ejecutado el 17 de agosto de 1909 en elcastillo de Montjuic, como los otros cuatro; Antonio Malet Pujol, un republicano lerrouxista, ejecutado el 13 de septiembre; Clemente García, el joven discapacitado mental que había bailado con el cadáver de una monja por las calles de Barcelona, ejecutado el 4 de octubre; Eugenio del Hoyo, un ex guardia civil y guardia de seguridad; y el más conocido de todos ellos Francisco Ferrer Guardia, pedagogo anarquista cofundador de la Escuela Moderna.18

Caso Ferrer

Ferrer Guardia detenido es conducido por la Guardia Civil a Montjuic.

En principio los sucesos de lo que sería conocida como la «Semana Trágica» y la dura represión posterior no tuvieron consecuencias políticas. Sin embargo la percepción del rey comenzó a cambiar en septiembre sobre todo como consecuencia de la campaña internacional de protesta por la condena a muerte en un consejo de guerra de Francisco Ferrer Guardia, acusado de ser el máximo responsable de los sucesos de la Semana Trágica, y que finalmente sería ejecutado el 13 de octubre, a pesar de las peticiones de conmutación de la pena, una posibilidad que el presidente del gobierno, el conservadorAntonio Maura, ni siquiera se planteó. La propia hija de Ferrer le envió una carta al rey Alfonso XIII pidiendo clemencia para su padre:19

Rey muy cristiano que para un pueblo caballeroso simboliza la generosidad y la omnipotencia, no rechazad la humilde y ardiente súplica de la hija de Ferrer. Oh Rey que, como Dios mismo, podéis disponer de la vida o de la muerte, disipad por un arranque de vuestro noble corazón la amargura de mi alma y escuchad la humilde y ardiente súplica.

Según Javier Tusell y Genoveva García Queipo de Llano la pruebas presentadas contra Ferrer “eran escasas y deficientes, en especial para considerarlo jefe de los anarquistas españoles”.20

Protesta en París por la ejecución de Francisco Ferrer Guardia (17 de octubre de 1909).

Según estos mismos historiadores, “durante meses la prensa mundial tuvo un motivo permanente de atención en las cosas de España, casi siempre para transmitir de ella una imagen de un país atrasado y bárbaro dominado por la Inquisición religiosa y por una Monarquía retrógrada. En París hubo banderas españolas con crespones negros o quemas de símbolos nacionales. En Suiza los manifestantes gritaban contra España y los curas. En Roma los protestatarios llegaron a entrevistarse con el presidente del Gobierno. También en Lisboa se produjeron actos parecidos y en Buenos Aires se lanzaron bombas contra el consulado español. Hubo mítines en Salónica, y en Génova los trabajadores de los muelles se negaron a descargar buques españoles. En Petrópolis, una ciudad de Brasil, se quemó una efigie del rey. En Gran Bretaña, las protestas por el asesinato de Ferrer fueron frecuentes… En todo el viejo continente los diplomáticos españoles no cesaron de enviar en sus comunicaciones juicios como los de que la protesta había alcanzadoinconcebibles e inexplicables proporciones“.21

Caída de Maura

El rey Alfonso XIII.

La protesta internacional por el «caso Ferrer», que apenas había tenido seguimiento en España,22​ fue aprovechada por elPartido Liberal para promover una campaña con los republicanos en contra del gobierno al grito de Maura, no. EL 20 de septiembre se incorporaba a este «Bloque de Izquierdas» antimaurista el PSOE.23

El 18 de octubre de 1909, sólo cinco días después de la ejecución de Ferrer, tuvo lugar un debate en el Congreso de Diputados en el que se produjo un duro enfrentamiento entre Maura y Moret. Este pidió la dimisión del gobierno y apeló al rey al afirmar que «alguien» debía hacer entender a los conservadores que debían irse. El día 20 fue el ministro de la Gobernación Juan de la Cierva y Peñafiel el que atacó a Moret de forma muy violenta, llegando a decirle que su política, cuando estuvo al frente del gobierno, había conducido al atentado contra el rey del día de su boda, afirmación que se negó a retirar. El escándalo en las Cortes se hizo todavía mayor cuando Maura respaldó a Cierva dándole la mano. Al día siguiente el diario liberal El Imparcial declaró que la situación era «gravísima» porque los liberales habían sido acusados de «contactos siniestros con los anarquistas». El Diario Universal, propiedad del liberal conde de Romanones, afirmó que el gobierno no podía durar «ni un día más». El 22 de octubre Maura acudió a Palacio para plantear la continuidad de su gobierno al rey, pero cuando Maura le presentó la dimisión de forma protocolaria el rey la aceptó. Gabriel Maura Gamazocontó muchos años después la conmoción que provocó en su padre su destitución como presidente del gobierno. El rey nombró en su lugar a Moret. Por su parte el nuncio interpretó el cambio de gobierno como un «primer triunfo» de la «francmasonería internacional» contra España, la Monarquía y, sobre todo, la Iglesia.24

En unas declaraciones al diario francés Le Journal el rey Alfonso XIII lamentó la «interpretación tan falsa» que se había dado de los sucesos de Barcelona y se mostró especialmente dolido con la imagen que se había proyectado de España. «De dar oídos a ciertos franceses, parecería que éramos un país de salvajes», afirmó. Sobre el caso Ferrer dijo: «Yo soy un monarca constitucional, tan constitucional que ni siquiera tengo la iniciativa del indulto». Y añadió a continuación: «¿No habéis tenido vosotros en vuestra casa una cuestión Dreyfus? ¿Nos hemos mezclado nosotros con ella?».25

Veinte familias podrán recuperar los restos de sus familiares represaliados en Almagro, tras más de una década de investigación

Éxito total en la exhumación de la fosa común extramuros en la localidad ciudadrealeña

Un total de 26 represaliados son los que se han podido localizar tras cinco semanas de exhumación de una de las fosas comunes de Almagro, en un trabajo conjunto entre el Laboratorio de Antropología Forense de la Universidad Complutense de Madrid y el equipo de Mapas de Memoria, el proyecto del Centro Internacional de Estudios de Memoria Social y Derechos Humanos de la UNED con el apoyo de la Diputación de Ciudad Real. Es el total de los que se buscaban en este proyecto financiado gracias a las subvenciones del Ministerio de Presidencia. «Las conclusiones son muy buenas», asegura María Benito, que ha coordinado el equipo de Antropología Forense.

Al localizar todos los cuerpos que se buscaban, ahora comienza una nueva etapa, en la que se procederá a la identificación de los cuerpos, ya que algunos estaban «mezclados» y todavía deben ser individualizados para asignarles una identidad y poder entregarlos a las familias. El carácter indiscutiblemente mediático de la exhumación, que ha llegado a tener una gran relevancia nacional, ha ayudado en la tarea de localizar familias. Desde Mapas de Memoria celebran el triunfo que supone haber pasado de tener sólo dos familias localizadas, a contar con el apoyo de más de una veintena.

«Esta mañana me contactaba otro familiar al despacho de la Universidad que no estaba localizado y que se habían interesado en la exhumación. Todo esto nos permitirá trabajar en la identificación de los restos óseos que hemos encontrado», reflexiona Benito. En cuanto al trabajo técnico de la exhumación, Benito explica que al ir excavando se dieron cuenta que había tumbas excavadas directamente en la roca madre. «Esto también ha permitido que el estado de conservación de los restos haya sido muy bueno, hemos encontrado también materiales y tejidos asociados a los individuos», explica. Una veintena de personas de la Universidad Complutense de Madrid ha estado trabajando en estas labores.

Alfonso Villalta, miembro del equipo de Mapas de Memoria, recuerda que el trabajo de investigación de la represión en toda la provincia de Ciudad Real comenzó hace ya más de diez años, y que sin esta parte «menos atractiva» de la búsqueda de la memoria histórica logros como el de la exhumación de Almagro no sería posible. Se refiere a las largas jornadas en los distintos archivos buscando los nombres de las víctimas de la represión vivida durante la posguerra y el franquismo. «Recordemos que esto se ha realizado para todas las fosas, incluyendo la de Manzanares que ha exhumado ahora la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica», recalca.

«Ha sido un necesario un trabajo previo, de largo recorrido para poder realizar estas exhumaciones con garantía de éxito. Aunque hasta que no se abre la fosa no se puede saber lo que se encontrará, pero para llegar a este punto se necesita mucha información, un trabajo amplio y muy minucioso, que es lo que ha llevado a cabo Mapas de Memoria», insiste Villalta. No se trata de algo «casual», sino de la unión de muchos factores de personas que quieren dignificar la memoria democrática de estas zonas.

Setenta fueron las personas asesinadas en Almagro. Sólo se ha intervenido, esta vez, en la fosa de extramuros, en la que fueron arrojados 28 cuerpos, de los que se ha exhumado ahora 26, puesto que dos ya habían sido retirados. «Ha sido una intensa labor de búsqueda de familiares, acompañando y colaborando con el Laboratorio de Antropología Forense, que ha estado trabajando, digamos, fosa abajo, mientras nosotros lo hacíamos fosa arriba».

Frágil reconstrucción de la memoria

La búsqueda de familiares es esencial, primero por motivos técnico-científicos, para realizar las pruebas de ADN, pero también para poner «rostro a las siluetas que no conocíamos mucho más allá de los datos con los que contábamos». El rostro de hijos, hijas, nietas y nietos que ya no vivían siquiera en el pueblo donde sus familiares fueron fusilados o asesinados. «Hemos intentado llevar a cabo esta metáfora que es buscar y ponerle rostro y dar voz a las personas asesinadas», afirma Villalta.

Por eso, ha agradecido el papel que han cumplido los medios que han difundido la labor, pues han servido para encontrar más familiares. Pero no sólo eso, sino que los investigadores han acudido a dar charlas pedagógicas a centros educativos para poder lograr mayor repercusión de su trabajo. «Los alumnos han venido a ver la fosa y a entender que esto también es parte de su historia», reflexiona el investigador.

«Debemos pensar en todo lo que significa esto, en reconstruir ramificaciones familiares que se han ido perdiendo, no porque la hija no piense en el padre, sino porque la hija se ha tenido que ir lejos y con ella, todos los recuerdos. Esto es lo que estamos reconstruyendo, tirando del hilo frágil de la memoria, y por eso es tan importante que los familiares se den cita y que están emocionadísimos por ello», afirma. Este martes 8 de junio, en la Universidad Popular de Almagro, se llevará a cabo un acto de clausura y homenaje de la fosa común y las personas que se han podido rescatar de la misma, aunque sea más de ocho décadas después.

Las ‘malas mujeres’ para el franquismo: un estudio documenta al menos 800 represaliadas en Córdoba tras la Guerra Civil

El 25 de junio de 1903 nace George Orwell, escritor y periodista británico.

El 25 de junio de 1903 nace George Orwell, escritor y periodista británico.

Eric Arthur Blair (MotihariRaj Británico25 de junio de 190312​-LondresReino Unido21 de enero de 1950), más conocido por el pseudónimo de George Orwell, fue un escritor y periodista británico, cuya obra lleva la marca de las experiencias personales vividas por el autor en tres etapas de su vida: su posición en contra del imperialismo británico que lo llevó al compromiso como representante de las fuerzas del orden colonial en Birmania durante su juventud; a favor del socialismo democrático, después de haber observado y sufrido las condiciones de vida de las clases sociales de los trabajadores de Londres y París; y en contra de los totalitarismos nazi y estalinista tras su participación en la Guerra Civil Española.

Además de cronista, crítico de literatura y novelista, Orwell es uno de los ensayistas en lengua inglesa más destacados de los años treinta y cuarenta del siglo XX. Sin embargo, es más conocido por sus dos novelas críticas con el totalitarismo y publicadas después de la Segunda Guerra Mundial, Rebelión en la granja (1945) y 1984(1949), escrita en sus últimos años de vida y publicada poco antes de su fallecimiento, y en la que crea el concepto de «Gran Hermano», que desde entonces pasó al lenguaje común de la crítica de las técnicas modernas de vigilancia.

En 2008, figuraba en el puesto número dos del listado de los cincuenta escritores británicos de mayor relevancia desde 1945, elaborado por The Times.3

El adjetivo «orwelliano» es frecuentemente utilizado en referencia al distópico universo totalitarista imaginado por el escritor inglés.

Biografía

Eric Arthur Blair nació en Motihari, una colonia británica de la India, el 25 de junio de 1903. Era hijo de Ida Mabel Limouzin Blair, nacida en Birmania, de ascendencia francesa, y de Richard Walmsley Blair, administrador del ministerio del opio del gobierno colonial de la India.

A los dos años se trasladó con su madre y con su hermana mayor Marjorie a Inglaterra y no volvería a ver a su padre hasta 1907, cuando este visitó Inglaterra durante tres meses, antes de partir de nuevo hacia la India. Además, Eric tenía una hermana menor llamada Avril.

Educación

 

Colegio de Eton.

En 1909 Blair fue enviado a una pequeña escuela parroquial anglicana enHenley, a la cual había asistido su hermana mayor con anterioridad. Nunca escribió sobre sus recuerdos de aquella época, pero debió de impresionar a sus profesores muy favorablemente, pues dos años más tarde fue recomendado al director de una de las escuelas preparatorias de mayor renombre en Inglaterra por aquellos tiempos, St. Cyprian, en Eastbourne,Sussex. El joven Eric asistió a esta escuela gracias a una beca que permitía a sus padres pagar solamente la mitad de las tasas habituales. Sin embargo, Eric no se sentía a gusto en la escuela St. Cyprian, al menos en lo que se refiere a los métodos de enseñanza y a los profesores. Pese a ello, fue ahí donde consiguió sendas becas para la escuela de Wellington y posteriormente la de Eton, en la cual dice, años más tarde, haber sido relativamente feliz, pues se permitía a los estudiantes una considerable independencia. En este establecimiento hizo amistad con varios futuros intelectuales británicos, como Cyril Connolly, editor de la revista Horizon, en la cual se publicaron muchos de los ensayos de Orwell.

Experiencia en Birmania y primeras novelas[editar]

Tras culminar sus estudios en Eton, decidió unirse a la Policía Imperial India en Birmania, pues no tenía posibilidades de conseguir una beca universitaria y los medios de su familia no eran suficientes para costear su educación. Tras cinco años como oficial,4​ abandona el cuerpo de policía y vuelve a Inglaterra en 1927habiendo desarrollado un odio hacia el imperialismo que muestra en su primera novela, Los días de Birmania (Burmese Days), publicada en 1934,5​ y en ensayos como «Un ahorcamiento» («A Hanging», 1931)4​ o «Matar a un elefante» («Shooting an Elephant», 1936).4

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Posteriormente vive un tiempo en la indigencia, haciendo trabajos de todas clases, tal y como recuerda en Sin blanca en París y Londres (Down and Out in Paris and London), su primera obra importante. Consigue un trabajo como maestro de escuela pero pronto se ve forzado a abandonarlo por problemas de salud y comienza a trabajar en una tienda de libros de segunda mano en Hampstead, una experiencia que rememora parcialmente en la novela corta Que no muera la aspidistra (Keep the Aspidistra Flying, 1936).

Se trasladó a París en la primavera de 1928, donde vivía su tía Nellie, con la esperanza de forjar su carrera como hombre de letras. Tras algunos intentos fallidos, Eric se vio obligado a trabajar de lavaplatos en el lujoso Hotel X, tal como hace mención en su primer libro, Sin blanca en París y Londres (1933). A fines de 1929, regresó a la casa de sus padres en SouthwoldSuffolk, enfermo y sin dinero, y escribió Los días de Birmania (1934).

 

Lugar donde vivió. Notting Hill, en Londres.

Blair adoptó el seudónimo de George Orwell en 1933. Mientras el autor escribía para el New Adelphi, vivía en Hayes,Middlesex y trabajaba como profesor de escuela, adoptó el pseudónimo para no incomodar a sus padres con Sin blanca en París y Londres. Llegó a considerar otros nombres literarios como «Kenneth Miles» o «H. Lewis Allways», antes de decidirse por un nombre que deja traslucir el afecto que siempre había sentido por la tradición y la campiña inglesa: Jorge es el santo patrón de Inglaterra (y Jorge V era el soberano en ese entonces), mientras que el río Orwell, en Suffolk, es uno de los lugares más emblemáticos para muchos ingleses. Blair también pensó que un apellido que empezara con la letra O le daría una mejor posición a sus libros en los estantes de las librerías.

Como escritor, George Orwell se sirvió de su experiencia como profesor y de la vida en Southwold para la novela La hija del clérigo (1935), escrita en 1934 en casa de sus padres tras la enfermedad que lo abatía y lo obligaba a ganarse la vida impartiendo clases. De 1934 a 1936 trabajó a media jornada en Booklover’s Corner, una librería de segunda mano enHampstead. Tras llevar una vida solitaria, quiso rodearse de la compañía de jóvenes escritores. Hampstead era un pueblo intelectual que ofrecía establecimientos destinados al desarrollo de actividades culturales de diversa índole. Estas experiencias se trasladaron a la novela Que no muera la aspidistra (1936).

Orwell contrajo matrimonio con Eileen O’Shaughnessy en 1936, y adoptaron un niño, Richard Horatio Blair. Eileen murió nueve años más tarde, en 1945, durante una operación.

El camino a Wigan Pier

A comienzos de 1936, Victor Gollancz, fundador del Left Book Club, instó a Orwell a escribir sobre la pobreza de la clase obrera en el norte de Inglaterra. Su relato,El camino a Wigan Pier fue publicada en 1937. Orwell ejerció como reportero social, tuvo acceso a muchas viviendas modestas para experimentar en las condiciones ínfimas en las que vivía la gente, tomó nota de los ingresos salariales por hogar, y pasó días enteros consultando en la biblioteca por registros de salud pública e informes laborales en las minas. Sin embargo, el autor nunca formó parte activa de asociación o coalición partidista alguna, si bien en vida reconoció sentirse un hombre de izquierdas.6

La primera mitad de El camino a Wigan Pier presenta un compendio de sus investigaciones sociológicas en Lancashire y Yorkshire. Comienza evocando el panorama de las minas de cobre. La segunda parte, en cambio, es un ensayo extenso de sus vivencias y del desarrollo de su conciencia política, incluyendo una denuncia a los elementos irresponsables de la izquierda. Como resultado, el editor Gollancz temió que la última parte pudiera resultar ofensiva para los lectores habituales del Left Book Club, por lo que, sin pedirle autorización, agregó un prefacio a la obra mientras Orwell se encontraba en España.

Guerra Civil española

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Orwell decidió combatir en España con la idea de «matar fascistas porque alguien debe hacerlo».7​ Así se lo hizo saber a su amigo Henry Miller en París en las navidades de 1936, quien le intentó convencer de que era «una idiotez». Aun así, no consiguió hacerle cambiar de idea, ya que su decisión estaba basada en la lucha por unos ideales.

Llegó a Barcelona el 26 de diciembre de 1936 con una carta de presentación del Partido Laborista Independiente (no se afilió al partido hasta junio de 1938,8​ tras volver a Inglaterra9​) y ese mismo día se alistó y fue asignado como miliciano al partido de orientación trotskista POUM. Más tarde escribiría que de haber comprendido mejor la situación política en España, se habría unido como miliciano a la CNT.10

En enero y febrero de 1937 combatió en el frente de la sierra de Alcubierre (Huesca). Más tarde, estando de permiso en Barcelona, participó en las Jornadas de Mayo de 1937 y tras volver al frente, recibió un tiro en el cuello en las proximidades de Huesca, el 20 de mayo de 1937. Su experiencia le motivó para escribirHomenaje a Cataluña, donde describe su admiración por lo que es identificado como ausencia de estructuras de clase en algunas áreas dominadas por revolucionarios de orientación anarquista. Pero también critica el control estalinista del Partido Comunista de España y las mentiras que se usaban como propaganda para la manipulación informativa. En 1937, durante la represión del gobierno de Negrín contra el POUM, Orwell relató que estuvo a punto de ser asesinado en Barcelona.

Su participación en la Guerra Civil Española le marcó para siempre su visión del mundo. En 1946 escribió «La guerra de España y otros acontecimientos ocurridos en 1936-1937 cambiaron las cosas, y desde entonces supe dónde me encontraba. Cada línea en serio que he escrito desde 1936 ha sido escrita, directa o indirectamente, contra el totalitarismo y a favor del socialismo democrático como yo lo entiendo».7

Al volver a Inglaterra estuvo ingresado con tuberculosis en un sanatorio, tras la cual se fue a Marruecos para recuperarse.

Orwell opinaba que si bien se necesitaba un cambio radical en las sociedades occidentales, y por tanto en los países capitalistas, el estalinismo representaba una amenaza a los principios que lo sustentaban.11

Segunda Guerra Mundial

Orwell se sustentó escribiendo reseñas de libros para el New English Weekly hasta 1940. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la Home Guard, en donde recibió la Medalla de la Defensa. Sus pensamientos de aquellos años han quedado grabados en su libro Diario de guerra 1940-1942.12

En 1941 comenzó a trabajar para el Servicio Oriental de la BBC, principalmente en programas para ganar el apoyo de la India y el este de Asia a los ejércitos aliados. Era consciente de que su trabajo en esta época era simple y propagandístico, por lo que describe sentirse como «una naranja que ha sido pisoteada por una bota muy sucia». A pesar de los buenos ingresos, renunció en 1943 para convertirse en columnista y editor literario del Tribune, la revista semanal de tendencia izquierdista que entonces dirigían Aneurin Bevan y Jon Kimche.

Se ha revelado en 2005, mediante un informe de la inteligencia británica, que Orwell fue vigilado durante alrededor de 12 años por la policía de aquel país en vista de su aparente vinculación con movimientos de izquierdas.[cita requerida]

Últimos años

 

Casa en Londres en la que vivió Orwell durante sus últimos años, de 1944 a 1947.

 

Tumba de George Orwell.

En 1949 Orwell entregó una carta a una amiga, Celia Kirwan, que trabajaba para una sección del Foreign Office (el ministerio de asuntos exteriores británico), dedicada en esos días a organizar unas conferencias sobre el estalinismo. Kirwan se dirigió a Orwell solicitándole nombres susceptibles de aceptar. Orwell también incluyó una lista de treinta y ocho escritores y artistas que consideró en su momento con inclinaciones procomunistas y que no tendrían intención en participar en dichas conferencias. En la lista, que no fue publicada hasta el 2003, se incluyeron numerosos periodistas —entre ellos el editor del New StatesmanKingsley Martin— y también a los actores Michael Redgrave y Charlie Chaplin.13

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En octubre de 1949, poco antes de su muerte, se casó en segundas nupcias con Sonia Brownell. Orwell murió en Londres a la edad de 46 años, de tuberculosis, enfermedad que había contraído durante el periodo que describe en Sin blanca en París y Londres. Pasó los últimos tres años de su vida entre hospitales. Poco antes de morir, pide ser enterrado de acuerdo al rito anglicano[cita requerida]. Falleció el 21 de enero de 1950. Sus restos reposan en Sutton CourtenayOxfordshire.

Influencias literarias

Orwell decía que su estilo literario se aproximaba bastante al de Somerset Maugham. En sus ensayos literarios también alaba encarecidamente los trabajos de Jack London, especialmente su libro La carretera (The Road). El descenso de Orwell a la vida de los más desfavorecidos en El camino a Wigan Pier tiene un parecido razonable con La gente del abismo (The People of the Abyss) de London. En otros ensayos Orwell manifiesta su admiración por Charles DickensHerman Melville oJonathan Swift.

Obra

A lo largo de su carrera fue principalmente conocido por su trabajo como periodista, en especial en sus escritos como reportero; a esta faceta se pueden adscribir obras como Homenaje a Cataluña (Homage to Catalonia), sobre la Guerra Civil Española, o El camino a Wigan Pier (The Road to Wigan Pier), que describe las pobres condiciones de vida de los mineros en el norte de Inglaterra. Sin embargo los lectores contemporáneos llegan primeramente a este autor a través de sus novelas, particularmente a través de títulos enormemente exitosos como Rebelión en la granja (Animal Farm) o 1984. La primera es una alegoría de la corrupción de los ideales socialistas de la Revolución rusa por Stalin1984 es la visión profética de Orwell sobre una sociedad totalitarista situada supuestamente en un futuro cercano. Orwell había vuelto de Cataluña convertido en un antiestalinista con simpatía por los trotskistas, definiéndose como un socialista demócrata

Familias de dos represaliados del franquismo recuperan sus restos de las fosas del cementerio de Paterna 82 años después

Excavaciones en el cementerio de Paterna (Valencia) – DIPUTACIÓN DE VALENCIA – Archivo

Familias de dos represaliados del franquismo recuperan sus restos de las fosas del cementerio de Paterna 82 años después

Las víctimas, de 40 y 44 años, eran naturales de las localidades valencianas de la Font de la Figuera y Ontinyent. Ambos eran civiles y labradores de profesión, ha indicado la asociación de familiares de la fosa común 94 de Paterna en un comunicado.

La entrega de los restos ha tenido lugar este sábado en el cementerio municipal de Paterna en un acto privado al que han asistido familiares, miembros de la asociación de familiares y el equipo de técnicos de Arqueoantro, asociación científica que realizó la exhumación e identificación.

Los restos de estas dos víctimas fueron hallados en los trabajos de exhumación de la fosa común 94 del cementerio de Paterna junto con 37 cuerpos más. El total de los 39 cuerpos estaban apilados de forma aleatoria en un agujero de dos por dos metros, la mayoría con el tiro de gracia en el cráneo y muchos todavía maniatados.

Los trabajos se iniciaron en junio de 2018 y han concluido con tres víctimas identificadas, los restos de dos de las cuales han sido entregadas este sábado a sus familiares.

Una vez terminada la guerra civil y después de estar presos unos meses en la cárcel Modelo de València, fueron ejecutados, concretamente el 6 de noviembre de 1939. Hace ya casi 82 años que fueron ocultados «atrozmente» y sin identificar en una de las decenas de fosas comunes del cementerio municipal de Paterna.

«En 42 años de democracia en España no ha sido posible, pero este sábado los restos de las víctimas del odio y la intolerancia vuelven a descansar con sus seres queridos en sus localidades natales, hecho que siempre han necesitado los familiares para cerrar heridas», han expresado desde la asociación de familiares.

El nieto de una víctima ha agradecido que la familia «ha alcanzado el sueño y ve cumplida la esperanza de toda la familia de ver juntos a mi abuelo y a mi abuela». «Por fin estarán juntos para siempre», ha celebrado.