Fosa de La Algaba: no hay fusilados, todos murieron de hambre y frío en un campo de exterminio franquista en Sevilla

La represión del campo de Las Arenas fue terrible: ninguna de las víctimas, que serán exhumadas, tenía orificios de bala.

Trabajos en el campo de las Arenas.

«Restos de los cadáveres enterrados sin cajas, hacinados y sepultados como animales. Aterra ver las fotografías de lo ocurrido» aquellos días de posguerra. En Andalucía se construyeron más de medio centenar de campos de concentración para el trabajo esclavo de presos políticos. Muchos vivieron en las peores condiciones de trabajo, higiene y hacinamiento. Sin embargo poco se conoce de uno en particular, un campo de exterminio, ubicado en el municipio de la Algaba (Sevilla), conocido como las Arenas, que comienza esta semana los trabajos de exhumación de sus 144 víctimas.

Sus presos eran «mendigos» reincidentes «tratados como presos políticos en la dictadura franquista en la medida que las autoridades los encarcelaban y actuaban las autoridades de los vencedores nunca Tribunales de Justicia». María Victoria Fernández Luceño, historiadora experta en este campo señala a Público que aquellos reclusos «no los castigaban y encerraban por delincuentes sino por su forma de vida». No se puede decir a medias tintas. Era lo que se conocía en la Alemania Nazi como un campo exterminio.

Luceño afirma con rotundidad que «en los documentos del Archivo Municipal [se refleja] que el médico informó de que no le dejaban el régimen hospitalario a los enfermos necesitados de cuidados especiales. Tampoco que fueran hospitalizados». Todos murieron entre agosto de 1941 y diciembre de 1942. En la fosa de las Arenas hay 144 víctimas de varias nacionalidades, entre ellos algún portugués y otro argelino.

Juana González nunca conoció a su tío, Juan Luis Monge, pero sí el dolor de por vida de su abuela que nunca olvidó «como a su niño se lo llevaron en un coche desde Chucena, Huelva, y nunca más se supo de su paradero». Francisca, abuela de Juana, intentaría en aquellos años del hambre conocer, descifrar dónde estaba. «Sabía que el alcalde franquista que llegó después de la guerra había dado la orden de quitarlo de en medio. No hacía daño a nadie, pero tenía una discapacidad intelectual y no tuvieron piedad», aclara Juana a Público.
Juan Luis paseaba por las calles del pueblo. «Se paraba con las vecinas, a veces se sentaba con ellas, pero aquello que hicieron no tuvo nombre y era imposible en aquellos días de la dictadura meterse a investigar». Juan Luis tenía 18 años y murió en el campo de las Arenas el 7 de mayo de 1942.

La misma edad tenía Manuel Pereira Buzón, natural de San Pedro de Ancorados, en Pontevedra, cuando muere en el campo de las Arenas sin conocer qué ocurrió en su viaje a Cádiz, donde quería embarcarse en busca de una vida mejor. Fina destaca a Público que «Manuel era su tío por parte de padre. Sabemos que se marchó muy joven para irse a Cádiz. No sabemos bien qué ocurrió en aquel viaje, dónde acabó y menos las circunstancias que lo llevaron a aquel campo» en el que murió el 14 de julio de 1942.

Gracias a la Asociación Comarcal Pro Memoria Democrática Vega Media del Guadalquivir se han logrado rescatar a algunos familiares, pero sin apenas datos de aquel proceso ni qué ocurrió para morir en las peores infecciones en aquel campo de muerte. «Ha sido y sigue siendo un trabajo muy complicado, porque han pasado muchos años y por las especiales circunstancias personales en que vivían muchas de las víctimas del campo de exterminio», destaca Celestino Sánchez-Espuelas Gutiérrez, secretario de la Asociación. «Nos hemos tenido que poner en contacto con los ayuntamientos de procedencia de las víctimas, comunicarles los datos de que disponíamos de las personas fallecidas y si nos podían aportar información sobre posibles familiares».

La Asociación no ha podido rescatar muchos datos por la falta de contacto entre unas generaciones y otras, pero es real que cuando conocen la historia «les impresiona cuando se enteran de las circunstancias en que fallecieron de hambre, frío, enfermedad y faltos de cuidados».

Gracias a los registros civiles, donde están identificadas las víctimas, se ha podido conocer por ejemplo como el tío de Juana acabó en el campo de exterminio y murió el 7 de mayo de 1942 de tifus exantemático. «Cosas así te impresionan y te sobrecogen, pero te dan ánimos para seguir trabajando en la recuperación de la memoria y de dignificación de las víctimas».

Juan Manuel Guijo, arqueólogo encargado de la localización, exhumación e identificación de víctimas en el campo de las Arenas, señala a Público que «los reclusos de Las Arenas representarían en la mayor parte de los casos un grupo humano muy dañado por la enfermedad y el hambre antes de su realojo».

El equipo evidencia cómo va a encontrar «esqueletos que no deben tener muchas afecciones por violencia directa dado que las víctimas sufrieron un total abandono hasta que su resistencia por la enfermedad o el hambre se quebró». Al estar muchas de estas personas vinculadas a la marginalidad, muchos de los daños que presenten se podrían deber a esas etapas anteriores. «Posiblemente nos podamos encontrar a un grupo humano terriblemente castigado. Desconocemos si en el encierro sufrieron además otro tipo de malos tratos» concluye Guijo.

Es relevante conocer «procesos infecciosos, traumas, repercusión del hambre y otras evidencias que permitan ver un deterioro físico». En ninguno de los casos se encontrarán orificios de salida ni fusilados, como ocurre en la mayoría de fosas.

La necesidad de este trabajo en su primera fase se centrará en «exhumar todo lo posible, pero tendrá que haber otra si el depósito se conserva razonablemente bien». El objetivo esencial además de exhumar lo posible es evaluar la cantidad de sujetos que se pueden encontrar allí. «Deberían ser unos 144, pero la actividad funeraria del espacio puede haber provocado daños», señala el informe arqueológico previo.

Vestigios y restos en el campo de las Arenas.

Es imprescindible que la ciudadanía conozca que fueron las «autoridades sevillanas, gobierno civil y ayuntamiento las que hicieron desaparecer a la población molesta de los pobres vencidos en la guerra civil», señala la investigadora Luceño. Más de 140 hombres de distintas edades que en unos diez meses «fueron encerrados en un terreno con vallas y personal de vigilancia para que no escaparan y así fueron condenados a morir de frío, hambre y enfermedades«.

Santiago Benítez Castro, hermano de abuelo Francisco Benítez Castro, se encuentra entre las víctimas. Ignacio Benítez, catedrático de la Universidad de Jaén, señala: «Me he enterado hace poco y me encuentro consternado por la noticia. Si sabían algo, nunca lo dijeron», aclara. Es la radiografía de la represión: silenciar el rastro y no dejar que nunca las historias pudieran salir a la luz. «Ambos nacieron en Alhama de Granada. pero primero vino la guerra y luego la posguerra, donde con el miedo y la ruina no se podía hablar». Su tío Santiago Benítez parece que no tenía pareja ni hijos.

«Si algún hermano sabía algo de su vida se lo llevó al otro mundo» De forma que cayó en el olvido. Ignacio señala a Público que «este campo de exterminio, como así fue, es un ejemplo de las barbaridades que se practicaron en la aplicación de la ley de vagos y maleantes, que consideraba cómo peligroso a estos méndigos» que pasaron las peores situaciones de carestía y que hoy «merecen recuperar su dignidad como seres humanos».

El 31 de mayo de 1949 fallece Fernando de los Ríos, político español (n. 1879).

El 31 de mayo de 1949 fallece Fernando de los Ríos, político español (n. 1879).

Fernando de los Ríos Urruti (Ronda, 8 de diciembre de 1879-Nueva York, 31 de mayo de 1949) fue un político, dirigente e ideólogo socialista español. Es considerado una de las figuras más relevantes del pensamiento socialista español, destacando su propuesta de un socialismo humanista, desde una perspectiva reformista y norevolucionaria y dentro del marco político de la democracia liberal burguesa. [cita requerida]

Biografía[editar]

Formación y primeros años[editar]

Nació en Ronda el 8 de diciembre de 1879.1​ Huérfano a los cuatro años, realizó los estudios de bachillerato enCórdoba. Tras finalizar dichos estudios, su familia se estableció, en 1895, en Madrid, donde el joven Fernando de los Ríos continuó sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, dirigida por su tío Francisco Giner de los Ríos.

En la capital de España realizó los estudios de Derecho obteniendo la licenciatura en 1901, tras lo que comenzó su labor como profesor en la Institución Libre de Enseñanza. Después de doctorarse en 1907, obtuvo en 1911 la cátedra en la Universidad de Granada, donde fue profesor del más tarde poeta y dramaturgo Federico García Lorca, con quien mantuvo una estrecha amistad.

Militante socialista[editar]

En 1919 se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y participó como candidato en las elecciones de ese mismo año, resultando elegido diputado por la circunscripción de Granada. En el congreso extraordinario de 1920fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE y comisionado junto con Daniel Anguiano para viajar a laUnión Soviética, para ver las posibilidades de ingreso del partido en la Tercera Internacional. Durante su entrevista con Lenin, De los Ríos le preguntó cuándo permitiría su gobierno la libertad de los ciudadanos. Según el relato de De los Ríos, Lenin habría rematado una extensa respuesta cuestionando “¿Libertad para qué?”.2​ Fernando de los Ríos habría deducido de esta respuesta que se produciría una deriva totalitaria de la Revolución Soviética. Por ello, en el siguiente congreso extraordinario del PSOE, De los Ríos se opuso al ingreso del partido en la citada Internacional. Esto provocaría la posterior escisión de un sector pequeño del partido que habría de fundar el Partido Comunista de España.

En 1923 fue elegido nuevamente diputado a Cortes, en esta ocasión por la circunscripción de Madrid.

Desde 1926 perteneció a la masonería, afiliado a la logia Alhambra de Granada, del Gran Oriente Español, adoptando como nombre simbólico Jugan. Fue elegido entre 1927 y 1929 como representante de la Gran Logia Regional del Mediodía en las sucesivas asambleas anuales del Gran Oriente Español.[cita requerida]

Fue testigo de excepción del golpe militar del general Miguel Primo de Rivera en 1923. Inmediatamente, y en contra de la opinión de la corriente sindicalista del PSOE, se opuso a la colaboración con la dictadura militar.

Fernando de los Ríos, que fue en 1927 uno de los seis socialistas nombrados como miembros de la Asamblea Nacional Consultiva de la dictadura rechazó, como los otros cinco, tomar posesión de dicho cargo.3

Universidad de Columbia[editar]

En junio de 1929, De los Ríos sale para Nueva York para una estancia de un año. Ya en la primavera de ese año, Fernando de los Ríos acuerda con el padre de Federico García Lorca que el joven poeta le acompañara a laUniversidad de Columbia (Nueva York), donde tendría la oportunidad de aprender inglés y cambiar de aires. Se sabe que embarcaron en el Olympic —buque hermano del malogrado Titanic— a principios de junio de 1929 y arribaron el 26 de junio a la Gran Manzana.4

Ministro de la Segunda República[editar]

Participó en el Pacto de San Sebastián de 1930, que desembocó en la fracasada Sublevación de Jaca, un golpe de Estado que pretendía la proclamación por la fuerza militar de la Segunda República Española, lo que supuso su encarcelamiento.

Fue liberado justo antes de la proclamación de la Segunda República Española y, tras ser ésta proclamada, participó en las elecciones que se celebraron en junio, siendo elegido nuevamente por Granada y pasando a formar parte, como ministro de Justicia, del Gobierno provisional que entre el 14 de abril y el 14 de octubreformó Niceto Alcalá Zamora. Cartera que ocupará nuevamente entre el 14 de octubre y el 16 de diciembre de 1931 en el primer Gobierno del Bienio reformista bajo la presidencia de Manuel Azaña.

En el debate de totalidad del proyecto de Constitución fue el portavoz del grupo parlamentario socialista.5​ Hacia el principio de su intervención en apoyo del proyecto afirmó:

En una autocracia, la desobediencia es un deber; en una democracia, la obediencia es una necesidad

Y a continuación justificó uno de los puntos más polémicos del proyecto, la “socialización” de la propiedad:

Allá donde las fuerzas económicas son potentes, estructuradas en “trusts“, “cartels“, “concerns“, sindicatos de industrias, etc., no hay posibilidad de garantía para la libertad política. (…) “Economía libre” quiere decir “hombre esclavo” y, en cambio, una economía sojuzgada y sometida es lo único que hace posible una verdadera posición de libertad para el hombre. Y eso es lo que nosotros representamos; vamos hacia una economía planificada, hacia una economía sojuzgada, hacia una economía sometida, hacia una economía disciplinada y subordinada al interés público. (…) La economía tiene que organizarse de un modo público, y los órganos de gestión de esa Economía habrán de ser los Sindicatos; Sindicatos en los que estén verticalmente contenidos todos los elementos que los constituyen, desde el técnico gestor hasta el obrero; pero el Sindicato, en nuestra concepción, es esto, no más, pero tampoco menos: es el órgano de gestión de la economía supeditado a intereses de carácter público. Aquí comienza nuestra discrepancia teórica con el sindicalismo. (…) La República ha venido por un hambre de justicia que existía en España y para satisfacer ese hambre de justicia

Fernando de los Ríos también tuvo un destacado protagonismo en el debate de los artículos sobre religión, familia y enseñanza celebrado entre 8 y el 13 de octubre de 1931, ya que fue el encargado de abrirlo, como Ministro de Justicia, aunque sin representar ni al Gobierno Provisional ni al grupo parlamentario socialista, y desde el punto de vista de una persona que “ha vivido siempre dentro del grupo minoritario que ha sufrido en la carne de su espíritu la persecución”. En primer lugar defendió la libertad de cultos y la secularización del Estado que eran los dos principios que habían guiado la política religiosa del Gobierno Provisional:

El Estado no puede solicitar del hombre ni emociones, ni sentimientos, ni creencias, y es, sin embargo, en el reino de la emoción, del sentimiento y de la creencia donde viven la fe y la confesión. Por eso, ante el dintel de la fe… el Estado no es que no puede, es que debe mantenerse alejado y neutral; es decir, el Estado tiene que ser aconfesional

Partiendo del principio de la aconfesionalidad del Estado se opuso a otorgar a la Iglesia el estatus de Corporación de Derecho público, porque ésta no puede existir más que dentro del Estado, y “separar la Iglesia del Estado lleva consigo que el Estado ni colabore en la realización de los fines de la Iglesia, ni la ayude, ni la proteja sino que la deje en libertad internamente. No más; nada menos, tampoco”. Preconizó en su lugar alcanzar un “modus vivendi” con la Iglesia Católica, “de igual suerte que la hubo con Francia en 1924”, partiendo del hecho de “que el problema religioso, incluso en su aspecto externo, el problema eclesiástico, es el problema más íntimo, más profundo que hay en la vida española”. Acabó su discurso dirigiéndose a los católicos de la Cámara en nombre de “nosotros losheterodoxos españoles” a los que la Iglesia Católica les ha hecho “constante objeto de las más hondas vejaciones”:6

Voy, pues, a pediros -os lo ruego- que tengáis mucho cuidado con las palabras que pronunciéis: no renovéis nuestro dolor, no toquéis tambores de guerra, porque en la guerra fuisteis y sereis siempre vencidos en nombre de la emoción liberal española. Y a nosotros, señores Diputados, que el limo del dolor que en el fondo de nuestra alma sea un limo que no nos inspire resentimiento, que es ponzoña e incapacidad para elaborar una norma de respeto, como exige el principio de la libertad; seamos sentidos, no resentidos. Hemos, desgraciadamente, carecido de nuestro edicto de Nantes, de nuestro edicto de paz religiosa. Siempre es hora. ¡Ojalá que esta hora se aproveche, en nombre de los intereses históricos permanentes de nuestra República y de esta nuestra Patria española, tierra profundamente dramática y que hoy vive angustiada por la esperanza!

Tras la aprobación, el 9 de diciembre de 1931, del nuevo texto constitucional, De los Ríos volverá a formar parte del nuevo gobierno, nuevamente bajo la presidencia de Manuel Azaña, ocupando la cartera de Instrucción Pública y Bellas Artes hasta el 12 de junio de 1933 en que pasó a ocupar la cartera de Estado que mantuvo hasta la dimisión, el 12 de septiembre de ese mismo año, de Manuel Azaña y la elección de un nuevo gobierno bajo la presidencia de Alejandro Lerroux.

Fue nuevamente elegido diputado por la circunscripción de Granada en las elecciones de 1933.

En las Elecciones generales de España de 1936 fue candidato por el Partido Socialista Obrero Español obteniendo el acta de diputado por la provincia de Granadacon 99 749 votos. La votación fue anulada por la Comisión de Actas y repetida el 3 de mayo de 1936 obteniendo 224 498 votos de un total de 260 448.7

Embajador[editar]

Cuando estalló la Guerra Civil se encontraba en Ginebra visitando a Pablo de Azcárate, que era secretario general adjunto de la Sociedad de Naciones. Ambos se desplazaron a reorganizar la embajada española en Francia, de la que De los Ríos se hizo cargo hasta la toma de posesión de Álvaro de Albornoz.

Entre el 31 de agosto y el 5 de octubre de 1936 ejerció de rector de la Universidad de Madrid, que durante la guerra se vería obligada a trasladarse a Valencia.8​ Posteriormente fue nombrado embajador en los Estados Unidos, permaneciendo al frente de la legación republicana hasta el final de la guerra en 1939, pasando entonces a ejercer como profesor en la New School for Social Research de Nueva York, ciudad en la que fijó su residencia hasta su muerte.

La depuración como catedrático por el bando franquista, sin lugar a proceso contradictorio alguno, se produjo mediante Orden Ministerial en febrero de 1939, junto a otros catedráticos:

31 de mayo de 1937 El bombardeo de Almería: el día que los nazis se cebaron con los andaluces

UNA REPRESALIA OLVIDADA

El bombardeo de Almería: el día que los nazis se cebaron con los andaluces

A las 7:29 del 31 de mayo de 1937, la Armada nazi cometió una de sus grandes tropelías en el puerto de Almería, tras un fuerte enfado del mismísimo führer

placeholder Foto: El acozado Scheer, fondeado en Gibraltar. (CC)
El acozado Scheer, fondeado en Gibraltar. (CC)

Abierta ya la mañana, una escuadrilla de rápidos bombarderosrepublicanos Tupolev, los llamados Katiuska, tripulados por pilotos soviéticos, partió de la base de Los Alcázares, en Murcia, y bombardeó con acertada precisión un gran buque de guerra fondeado en el antepuerto de Ibiza. Los aviadores afirmarían a su vuelta haber atacado a uno de los mayores barcos de guerra franquistas, probablemente al crucero Canarias. Un error de apreciación por parte de la fuerza aérea republicana degeneró en una escalada de represalias por parte alemana, que pudieron llegar a convertirseen una mayor implicación, más allá de los suministros que aportaban regularmente a las fuerzas golpistas. La duda estaba presente en toda su lacerante incertidumbre. Alemania podría entrometerse más a fondo en la Guerra Civil española.

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El barcoen cuestión se trataba de un acorazado de bolsillo alemán, el Deutschland, que incumplía la normativa del Comité de No Intervención de permanecer a un mínimo de diez millas de la costa española. La nave resultaría seriamente averiada por las bombas de cien kilos de estos fiables aviones rusos, y sus expertos pilotosse aplicarían a fondo en el ataque registrándosemás de treinta muertos y setenta heridos entre sus tripulantes, casi todos ellos en el momento del ataque, reunidos en el comedor.

Hitler estaba colérico por esta ofensa y su primera intención fue bombardear el puerto de Valencia (capital provisional de la república) como represalia, pero los gerifaltesnazis le convencerían para que el ataque fuera sobre un puerto de menor relevancia. Se tomóentonces la decisión de que el crucero de bolsillo Almirante Scheer y cuatro destructores de última generación, el Albatros, Luchs, Seedler y Leopard bombardearanel prácticamente indefensopuerto de Almería.

Una inmisericorde sesión de horror

Había un gran trajín de buques de la Kriegsmarine alemana en el Mar Mediterráneo enmisiones de apoyo de suministros al bando sublevado, por lo que no fue difícil reunir una fuerza naval apropiada para atacar a la ya debilitada república. A los citados buques se les ordenó dirigirse a su objetivo, para lo quese situaron ante Almería poco después del amanecer del 31 de mayo de 1937. Una sesión de horror aplicaría el Gran Lobo Feroz a la indefensa población andaluza.

El inmisericorde bombardeo alemán empezó a las 7:29 de ese día, abriendo fuego contra las baterías de costa, el puerto y susinstalacionesy cualquier barco que se encontrase dentro de él o en la bahía. Más de 200 rondas de proyectiles sembraban, con su mensaje de muerte,incendios por doquier. El bombardeo de Almería por la flota alemana se saldó con medio centenar de muertos, 55 heridos y mas de cincuenta edificios destruidos. Al contrario de lo sucedidosemanas antes en Guernica, con la Legión Cóndor, los buques alemanes en ningún momento ocultaron su nacionalidad, ni pretendieron actuar como apoyo subordinado a los golpistas, sino como fuerza naval independientedel mando de los llamados “nacionales”.

Este hecho de armas contra la población civil sería muy contestado en su momento por la vesania aplicada en él. Pero la realidad era otra, Francia e Inglaterra no estabanpara sobresaltos y elevarían unas quejas diplomáticas muy descafeinadas. Quiso la “providencia” que la cosa no fuera a mayores.

En aquellos duros momentospara la república, tanto el ministro de Defensa como el laureado coronel (y más tarde general), Vicente Rojo, eran partidarios de lanzar un órdago a la grandey pisar el acelerador dando una respuesta contundente a los alemanes. Rojo y sus colaboradores acatarían con disciplina, no exenta de decepción, la decisión del consejo de ministros en elque se perdería una ocasión única para los intereses republicanos. Negrín, Azaña, los comunistas (por intereses obvios) y los nacionalistas, votarían en contra de esta huida hacia adelante. Aun a sabiendas de su manifiesta inferioridad pero con una clara inspiración estratégica, buscabanla implicación de Francia e Inglaterra, lo que de haber ocurrido, habría dado un aliento de esperanza a un país en llamas, colocándonos al lado de las democracias más desarrolladas.

Lamentablemente no fue así, y una largay asfixiante noche de cuarenta años nos privó de la necesaria luz para estar entre las naciones más avanzadas.

Las autoridades republicanas, ante la avalancha de refugiados procedentes de Málaga (alrededor de 150.000), fugitivos de la miseria y del hambre que pare el mal vientre de la guerra, del constante asedio de la aviación alemana que por aire machacabaa aquellos huérfanos de un Diós ajeno a su sufrimiento, con los barcos italianos y la marina de guerra franquista ametrallándolos sin concesionesy los repetidos bombardeos de la ciudad, por otra partesin ningún valor estratégico, pero al tiempo muy vulnerable, decidieron construir bajo la dirección del arquitecto Guillermo Langleuna larga red de túneles para proteger a la población. Todas las fuerzas políticas, sindicales, civiles y militares, se volcaron en la construcción de los cuatro kilómetros y medio financiados íntegramente por el Banco de Bilbao que adelantódos millones de pesetas para la compra de materiales y el pago de algunos jornales, cantidad jamás recuperada dada la quiebra permanente del gobierno. Cuatrocientas toneladas de cemento y miles de voluntarios operaron el milagroque a su conclusión podría albergar en condiciones razonableshasta 35.000 personas, aproximadamente la mitad de la población almeriense, si incluimos la población flotante del momento.

Almería sería bombardeada indiscriminadamente hasta en 52 ocasiones por no haber secundado la sublevación franquista. La defensas soterradas, hoy restauradas, son un estremecedor recordatorio y una obra casi faraónica, excavada a una profundidad media de 10 metros, con 67 accesos, almacenes y un hospital perfectamente equipado, básicamente, una obra diseñada para espantar el horror. Su muñidor,el arquitecto Langle tomaría la decisión de llevar a cabo esta colosal construcción, tras rescatar de los escombros del primer bombardeo de la ciudad, los restos de una famélica madre embarazada de otra vida truncada, una niña que al parecer se iba a llamar Paz. Toda una ironía.

la vivienda es un derecho social, no especulación

Queridos vecinos de Leganés:
Desde la Asamblea de Leganés por la República, queremos mostrar nuestro apoyo a todas las medidas, de carácter social, impulsadas por cualquier Ayuntamiento así como cualquier organización o asociación vecinal.
El día 11 de Abril de 2021, a las 12:00, se volvió a producir una concentración impulsada por los que defienden los privilegios de unos pocos a costa de los derechos de la mayoría, se vuelve a retorcer la palabra libertad para transformarla en el libertinaje de una minoría…
Desde esta organización mostramos nuestro rechazo, tanto a las concentraciones contaminantes de humo y ruido, como a las falsas soflamas de libertad a costa de derechos y conquistas sociales de la mayoría.
Nos mostramos totalmente en contra de la reivindicación producida por unos pocos vecinos de los barrios de La Solagua y Poza del Agua, en contra que se construyan viviendas con carácter social, que no “viviendas sociales”.
Asamblea de Leganés por la República

ENTREVISTA A SALVADOR AMOR

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REPASAMOS SU TRAYECTORIA MUSICAL EN LA PANDEMIA, HABLAMOS DE EL MOVIMIENTO REPUBLICANO, LA COYUNTURA POLITICA Y COMO NO, LAS ELECCIONES DE MADRID