La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha entregado los restos identificados de Jesús Barriopedro, a la entrada del cementerio de la localidad alcarreña de Cabanillas del Campo, donde los esperaba su hermana María de 95 años que ha salido por primera vez desde el confinamiento para enterrar a su hermano.
El cuerpo de Jesús Barriopedro se encontraba en la fosa número 3 del cementerio de Guadalajara, exhumada por la ARMH el pasado mes de octubre. Junto a su cuerpo había aparecido una pequeña placa de plástico con sus iniciales, con la que en aquella época se identificaban los abrigos, pero ha sido una prueba del ADN cruzado con una muestra de su hermana la que lo ha identificado científicamente sus restos.
Aunque los libros oficiales del registro del cementerio de Guadalajara aseguraban que los restos de Jesús Barriopedro habían sido enterrados en la Fosa número 2, las pruebas genéticas confirmaron que sus restos no estaban allí, algo parecido a lo que ocurrió con el caso de Timoteo Mendieta. Al final fue en la Fosa número 3 donde fueron arrojados.
Según relatan desde la Asociación, Jesús Barriopedro consiguió salir de España al final de la guerra civil y cruzar los Pirineos para refugiarse en Francia. Los sublevados fueron a buscarle y al no encontrarlo encarcelaron a su madre para presionarle. “Cuando él conoció la noticia se entregó al ejército franquista”, siendo ejecutado el 24 de febrero de 1940.
La familia ha recibido los restos identificados junto a una pequeña caja en la que se encontraban los objetos que aparecieron junto al cuerpo de Jesús: tres botones, una placa de plástico que identificaba su abrigo con sus iniciales y restos un cinturón con hebilla.
Para María ha sido un día muy importante, explicaba emocionada a las puertas del cementerio. “Si su hermano Luis con el que lo vamos a enterrar pudiera levantar la cabeza y ver que sus restos estaban juntos, no soportaría la emoción”. Y añadió. “Ahora sólo falta que puedan aparecer los restos de mi padre, al que también asesinaron después de mi hermano y nunca pudimos recuperarlos”.
Tras la muerte de Jesús, a María, con tan sólo 14 años, la detuvieron y llegó a pensar que también sería ejecutada. Además, su madre estuvo encarcelada durante 12 años.
Camino de los 96 años, que cumplirá en agosto, a María sus hijas le han regalado una grabadora para que vaya registrando en ella sus vivencias, la represión que padeció su familia, el hambre y cómo con 14 años tuvo que sacar adelante a sus hermanos. a los que les tejía ropa con trozos de mantas o telas que le daba alguna gente. Desde la Asociación consideran que “su memoria es un prodigio de datos y detalles que deben conservarse para saber hasta qué punto quienes dieron un golpe de Estado para salvar a España se ensañaron con quienes trataron de impedir una dictadura de cuatro décadas”.