CONTRA LA VIOLENCIA FASCISTA

Estamos asistiendo a un rebrote de la violencia fascista, reaccionaria
o ultraderechista, que todos estos nombres, y más, tienen estos
energúmenos.

SÓLO EN EL MES DE MAYO ha habido CINCO agresiones, que
nosotros tengamos documentadas.

La primera de la que tenemos noticia es del 18 de mayo, en la
Avenida de América, en una obra (autorizada) en un piso, entraron dos
hombres calvos, uno de ellos bastante viejo, con sartenes en las manos y, al
grito de “Polacos, iros a vuestro país” los agredieron, los insultaron: “Hijos
de puta” y los golpearon con las sartenes al ver que los estaban grabando.

El 20 de mayo, en Moratalaz, en una manifestación de Vox, intentaron dar la vuelta y decir que había sido una agresión de comunistas a un manifestante, hasta dijeron que había apuñalado el comunista al de Vox.

Un vídeo demuestra que fue el de la bandera el que inició la agresión,
rompiéndole la nariz al que acusaban de agresor, éste sólo se defendió.

El 23 de mayo, en una manifestación convocada en muchas capitales de provincia por Vox y que, en muchas ocasiones no guardaban la distancia de seguridad, hubo varias agresiones.

En Aluche, hacia el metro Empalme, una manifestación fue contestada por ciudadanos antifascistas, uno de los de la bandera española insultó y amenazó a una mujer diciéndola que sabía dónde vivía. Esto parece que ha sido más de un día.

Ese mismo día 23, en Granada, en un balcón ondeaba una bandera republicana, en homenaje al recientemente fallecido Julio Anguita, unos hombres envueltos en una bandera española se mearon en la puerta, al bajar el hijo del dueño de la casa a limpiarlo con agua, aprovecharon y se metieron en su casa con intención de quitar la bandera republicana, al tratar de impedirlo el dueño de la casa, el músico Juan Cuesta, fue salvajemente golpeado.

El mismo día, (las manifestaciones de la ultraderecha fascista parece que enardecen demasiado los ánimos de estos, y sacan los puños y los palos a pasear) en Málaga, al grito de “¡Viva Franco, viva Hitler y viva Vox!” la emprendieron a golpes con un hombre que les afeó esa conducta, a la sazón, sindicalista ferroviario de UGT. Le rompieron varias costillas y un brazo, amén de darle palos en la cabeza.

A todas estas agresiones físicas hay que sumar innumerables ataques verbales desde manifestaciones ilegales, porque contravienen todas o casi todas las prevenciones sanitarias en plena pandemia.

Ni que hablar, por conocidas, de las agresiones verbales en el Parlamento, diciendo Cayetana Álvarez de Toledo que el padre de Pablo Iglesias es un terrorista, o Díaz Ayuso, nefasta presidenta de la comunidad de Madrid, amenazando con que “si esto les parece grave (las manifestaciones de los pijos) se van a enterar cuando podamos salir sin ninguna restricción, esto les va a parecer una broma”.

En Leganés salen los fascistas a la calle y los ampara la policía, como en Núñez de Balboa o en otros lugares de España. A un miembro de la Asamblea republicana le pidieron la identificación, mientras a los manifestantes nada de nada.

Y a todo esto ¿qué hace Marlaska? ¿Por qué permite las manifestaciones ilegales, sin detenciones ni apenas multas? ¿Por qué la policía no ha detenido (que se sepa) a ninguno de los agresores de los que he hablado antes? ¿Por qué cuando hay una manifestación de izquierdas sí interviene la policía y aporrea y detiene a manifestantes y en éstas, no?

Opinamos que están muy crecidos y que, como sigan así las cosas, pronto habrá un muerto y puede ser la causa de una espiral sin fin, para la que ni la policía ni sus mandos están poniendo trabas.

¿Por qué tanta permisividad policial con la actitud violenta de una parte, mientras se reprime la pacífica contestación de la otra? ¿No será por la connivencia, o incluso hermanamiento, de ciertos miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con quienes muestran y realizan estas actitudes violentas?

Desde luego, tanto Internet como las redes sociales están plagadas de evidencias gráficas que así lo demuestran.

Ya hemos dicho en otros comunicados que saldremos a las calles a reivindicar que paren estas agresiones fascistas, a reivindicar la libertad y la calle misma, aunque ahora estamos siendo prudentes por la situación de pandemia, todavía no superada aunque haya una parte de la población que crea que ya ha pasado todo y que es más importante la economía que la salud.

Por cierto, nos acaba de llegar una noticia en la que dice que han aumentado los contagios en el barrio de Salamanca.

Por tanto

¡SALUD Y REPÚBLICA Y NINGUNA AGRESIÓN FASCISTA MÁS!